2 de noviembre de 1999.(La fachada de Valdecilla se desploma)

Esa fecha, que muchos ciudadanos seguro han olvidado, representa un punto de inflexión de nuestro emblemático hospital que nació gracias a don Ramón Pelayo de la Torriente, marqués de Valdecilla, y de su sobrina doña María Luisa Pelayo, marquesa de Pelayo, en el año 1929.

Han pasado 14 años de aquella fatídica fecha  y los santanderinos y Cantabria entera clama por su hospital paralizado en su inacabado diseño.

 El derrumbe de la fachada noroeste del edificio de traumatología provocó la muerte de 4 trabajadores del centro y causó 15 heridos. Ese accidente no fue más que el resultado final del deterioro y desgaste que venía sufriendo el hospital que necesitaba una profunda y urgente remodelación.Son catorce años los que  han transcurrido y resulta triste ver los ladrillos de los edificios en estructura cuando pasas por sus alrededores representando un monumento a la desidia, la negligencia, no ya de la clase política de Cantabria, sino de la sociedad entera de Cantabria que calla impasible, verdadera culpable.Pero hay que diferenciar -la jaula- sin terminar y su contenido ,porque independientemente de no disponer del envoltorio (edificios) ,lo que no se derrumbó el 2 de noviembre de 1999 fue el -espíritu Valdecilla- del que tan orgullosos estamos los cantabros .Se nos espetará que si, que muy bien que siga vivo ese espíritu pero que si esa catástrofe, esa perdida de seña de identidad se hubiese producido en otra comunidad el hospital hace años estaría terminado. También es cierto.

 En estos catorce años han pasado gobiernos de diferentes signos ( ¿o son del mismo?) desde los bipartitos  PP-regionalistas y PSOE-regionalistas hasta llegar en esta última  legislatura con mayoría absoluta PP. Este último gobierno monocolor que ya ha pasado el ecuador. El balón está en campo del PP y el clamor al unísono dice : “hay que terminar VALDECILLA por amor propio, a pesar de la crisis y porque lo piden los ciudadanos". Las carencias de espacio, apreturas  etc hasta ahora no han sido impedimentos para que el -espíritu Valdecilla- se mantenga gracias a la clase médica y siga sin perder el tren de trabajo, de investigación y tecnología que son las señas de identidad de un hospital moderno, eficaz, bien dotado y del siglo XXI.Lo prioritario es terminar Valdecilla, el Hospital de Cantabria, señores políticos.Se cumplen 14 años, pónganse de acuerdo en lo principal, piensen en los ciudadanos, y no piensen en su egolatría política que no es otra cosa que escudriñar y valorar las expectativas electorales del 2015.¿O quieren ustedes con zancadillas que pasen otros 14 años?.Los ciudadanos no les perdonarán .