Una democracia de chichinabo (2018-2025). Carlos Magdalena
En el año 2018, 1 de junio, Pedro Sánchez ganó la moción de censura al señor Rajoy o como decimos otros, Rajoy, que no dimitió ni convocó elecciones, entregó el país a Pedro Sánchez. Cuestión ésta que todavía a día de hoy muchos no entendemos, gravísimos error que estamos pagando. Desde esa fecha han pasado muchas cosas que sería muy alambicado analizarlas y serán los historiadores los que lo hagan.

En el año 2018, 1 de junio, Pedro Sánchez ganó la moción de censura al señor Rajoy o como decimos otros, Rajoy, que no dimitió ni convocó elecciones, entregó el país a Pedro Sánchez. Cuestión ésta que todavía a día de hoy muchos no entendemos, gravísimos error que estamos pagando. Desde esa fecha han pasado muchas cosas que sería muy alambicado analizarlas y serán los historiadores los que lo hagan.
Lo que Pedro Sánchez ha demostrado en estos siete años que tiene el poder, y lo disfruta como si tuviese mayoría absoluta, es que es una persona muy capaz en chanchullos, en componendas y en repartir favores, prebendas y los dineros de todos los españoles para seguir en el machito. Se puede decir de muchas maneras pero está es la realidad.
En las últimas elecciones de 2023, mes de julio, en plena canícula, Sánchez arreciado por las críticas y mal gobierno, convocó y perdió las elecciones pero siguió gobernando gracias al acuerdo político de Gobierno pactado con la ultra izquierda Bildu, comunistas, independentistas y Puigdemont. Desde esa fecha han pasado muchas cosas y todas malas para la democracia española y para nuestra credibilidad en el mundo.
Nos plantamos en marzo 2025 y Sánchez sigue en el poder entregando cuotas de la soberanía de los españoles a los independentistas catalanes y vascos infringiendo la Constitución por los cuatro costados. La última es ceder las fronteras de España por la parte de Cataluña, y los vascos se están animando a pedir lo mismo.
Para seguir en el poder Sánchez ha hecho de todo, hasta crear una amnistía a medida porque los independentistas que dieron un golpe de Estado en España el 28 de octubre de 2017 que habían sido condenados Sánchez los amnistió por siete votos que necesitaba para estar en Moncloa.
En este ínterin Sánchez ha ido recolocándo a sus fieles en las Instituciones, la más llamativa el Tribunal Constitucional para conseguir avalar sus estrambóticos actos de Gobierno. Queremos ser breves aunque es difícil.
Desde el 23 de julio del 2023 que perdió las elecciones es el señor Puigdemont, condenado, huido de la justicia y que pretende ser amnistiado, el que dirige la ruta de España desde su palacete de Waterloo que pagamos los españoles. Todo resulta ser una situación estrambótica.
Este periodo histórico que estamos viviendo tendrá que ser estudiado en las facultades de Derecho por sus manifiestas ilegalidades y vulneración flagrante del Sistema y Ordenamiento de Derecho. Ahora nos encontramos en el periodo de corrupción más sólido y absoluto que ha tenido la joven democracia española nunca, que alcanza a la familia de Sánchez y a su entorno más cercano como lo es su esposa Begoña Gómez, que no es precisamente la ?Evita? de España, el hermanito, el poderoso exministro Ábalos que lo sabe todo aunque todavía no ha contado nada, con el compaño que lleva el que fue mano derecha del presidente y ministro de Transportes, nos referimos a Koldo y demás animadoras contratadas en empresas públicas etcétera. Los tribunales llevan en sus salas la investigación e instrucción de todos los procedimientos y los que irán saliendo.
Y ahora el último episodio, y continuará, es que Sánchez pretende gobernar autocráticamente y prescindiendo de sus socios, independentistas, comunistas, ex terroristas de Bildu y ultra izquierda que le alzaron al poder y ya le dan la espalda. Y también del Congreso, que no se atreve a llevar leyes por miedo a que sus socios se las tumben. Lo último más llamativo es que pretende rearmar España, cuando hace siete años quería abolir el ejército y suprimir el Ministerio de Defensa.
Ese rearme de España tan necesario, que pide Europa a la que pertenecemos, no puede hacerlo porque se lo impiden sus socios gracias a los que desgobierna para lo cual quiere burlar al Congreso desde Bruselas tomando decisiones que sólo corresponden al Parlamento español.
Ya empiezan a llamarle autócrata con unos tics que nos recuerdan al odiado Franco y todo lo demás es una democracia de chichinabo actuando a base de manu militari.
Los tribunales llevan en sus salas la investigación e instrucción de todos los procedimientos judiciales de corrupción desde su hermano, su esposa y gente de su entorno. Lo que procede. Lo único que en democracia procede sería celebrar unas elecciones con urgencia.
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Comentarios(2):
Primero prescinde de la oposición, luego de sus socios y se queda solo. Ya demostró su educación, honradez y pluralidad cuando le pillaron en su partido intentando el pucherazo tras la cortina. Nadie de su partido se lo recuerda. Así es el partido socialista. Siempre ha sido así.
Esta claro que las urnas nunca le van a echar porque tiene un pacto de destruir España si fuese necesario para seguir en la Moncloa mientras Cataluña va desapareciendo de España y en breve tomará la misma dirección Pais Vasco