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Opinión 17-09-2021 10:56

Saqueadores de Andalucía. Por Jesús Salamanca Alonso

A los aprovechados, que creen que todo el monte es orégano, hay que ponerlos un espejo delante: es justamente lo que ha hecho Angela Mulas, diputada de VOX, con Carmen Ibanco.

 

A los aprovechados, que creen que todo el monte es orégano, hay que ponerlos un espejo delante: es justamente lo que ha hecho Angela Mulas, diputada de VOX, con Carmen Ibanco.

 

El Parlamento de Andalucía no quiere aplazar más las sesiones de la comisión de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE). Más vale tarde que nunca y, en esta ocasión, PP, Ciudadanos y Vox parece que se han tomado en serio la abundante corrupción, cada vez más escandalosa y en la que estuvo implicada la propia Junta de Andalucía y altos cargos socialistas. Han sido fieles a su ADN; es decir, decenas de años de corrupción y ahora de vacaciones.

 

Se trata de profundizar en cómo se ha dilapidado el dinero público; cómo se han colocado personajes afines de todos los niveles familiares y amistosos y quién se ha quedado con dinero público. Recuerden que Susana Díaz contestó aquello de que "el dinero ha desaparecido. No sabemos dónde está". Ese fue el motivo de que Europa cerrara el grifo de muchas ayudas: la corrupción en Andalucía se convirtió en un tema recurrente e hizo que el socialismo fuera considerado como el partido más corrupto y corrompido de las instituciones andaluzas.

 

No quedan muy lejos algunos sindicatos que iban al rebufo y al olor del dinero fácil, precisamente esos mismos que se han visto obligados a devolver parte del patrimonio sindical, cuando tenía que haber sido el personal. Hay sentencias de jueces que cuesta entender, pero más por la torpeza en el planteamiento y redacción de las mismas que por la dificultad de entenderlas. En fin, el objetivo de los partidos que han promovido las comisiones es investigar la tropa de chiringuitos innecesarios, "las agencias de colocación" y los extendidos enchufes mantenidos por los anteriores gobiernos andaluces. Pero esto va a más, máxime ahora que han dado con pufos escandalosos como el de Carmen Ibanca, ese curioso personaje que sigue trabajando con el ?Uoperfe?, al que llama sistema operativo.

 

La lista de comparecientes no tiene desperdicio y a quien más se espera es a María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda, y una de las autoras del destrozo andaluz, sin olvidar la ruina de la comunidad y el desprestigio de las instituciones. La ?chiqui? tiene mucho que decir, mucho más que callar y abundantes despropósitos que ocultar. Es una lástima que Andalucía, bandera de la extensión del conocimiento de España en el exterior, se vea en entredicho por culpa de dos presidentes autonómicos, infinidad de altos cargos y miles de enchufados afines al socialismo corruptor que llega a todos los niveles familiares, amistosos y de recomendación descarada.

 

He escuchado varias veces la comparecencia de Carmen de Ibanco y he sentido vergüenza ajena. No se sabe explicar, apenas entiende las preguntas, no sabe cuál es su trabajo, desconoce lo que eran los proyectos en los que debía trabajar, confunde sistemas operativos con aplicaciones de procesamiento de textos? Todo un despropósito. Pero lo peor de todo es que habrá gente que piense que ese es el nivel del funcionariado y que no tienen trabajo que hacer.

 

Ya no es el tráfico de influencias utilizado y el dedazo conductor o las decenas de visitas a los putiferios de mujeres de moral distraída, lo peor de todo es el daño que han hecho los políticos socialistas a las instituciones andaluzas, a la credibilidad política de las mismas y a los parados; precisamente a estos últimos se les usurpaba el dinero que llegaba de Europa y, en otros casos, sencillamente no se les hacía llegar lo que les correspondía.

 

Tras las declaraciones de Carmen Ibanco en la comisión de la FAFFE, técnico actual del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), y demostrado que no daba palo al agua y tampoco golpes de tecla, quedará como una señora casi respetable si presenta su dimisión del SAE, devuelve el dinero cobrado injusta y torticeramente y se queda en su casa. Da igual que se dedique a la calceta, al sillúmbol o a hacer de espantajo. Ha quedado marcada con los estigmas de enchufada, aprovechada e indigna funcionera. Sí, leen bien, no es funcionaria, aunque intentaron que lo fuera entrando por la puerta falsa, pero se ha quedado en simple funcionera, como los miles de desprestigiados que entraron en la FAFFE por la tronera, aprovechando su cercanía a la mamandurria socialista.

 

Creo que la burricie de la señora de Espadas ha quedado de manifiesto en los vídeos que ya son virales. Su media naranja, el tal Espadas, ha tenido que pasar más vergüenza que Luis Roldán y, si no la ha pasado, entonces forma parte de esa burricie a la que me refería. La interpelación de la representante de VOX ha hecho subir enteros a su formación en Andalucía, al contrario de la blandengue intervención del PP. A esa gente aprovechada, convencida de que el monte es todo orégano, hay que ponerla un espejo delante: es justamente lo que ha hecho Angela Mulas, diputada de VOX. Así es como se hace oposición, guste o no a los gobiernos. Hay que olvidarse del pudor y pedir que los ladrones devuelvan lo robado, sin pelos en la lengua.

 

Queda claro que la señora no toca un ordenador desde finales de los ochenta o principios de los noventa, cuando se usaba mayoritariamente el "WordPerfect" ("Uoperfe", según ella). Será todo lo técnico que quiera la señora Ibanco, pero confunde tiempos y términos. Alguien debería de haberle informado de que "WordPerfect" alcanzó su máxima popularidad a finales de los ochenta y principios de los noventa y acabó completamente eclipsado por Microsoft Word. Estuvo disponible para una gran variedad de sistemas operativos.

No dejen de escuchar el video de su intervención. Se divertirán, sentirán vergüenza ajena y comprobarán qué fácil es hacer daño a quienes no están en los aledaños del poder o no tienen un cónyuge influyente, chapucero y de alargado dedo.

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