Salen de Málaga y entran en Malagón. Por Jesús Salamanca Alonso
?Acaba de saltar una filtración, seguramente procedente del PSOE, sobre el aspirante socialista a presidir la Comunidad de Madrid y ser oponente de la ínclita Isabel Natividad Díaz Ayuso?

¿Qué está pasando en el Partido Socialista Obrero Español? En su seno ha estallado una guerra civil sin cuartel y la Justicia parece no dar más de sí. Hasta el fiscal general del ?Borrado? se frota las manos, porque los tiros no se dirigen a él. Ponerse a numerar presuntos delitos es mostrar una lista cada día más larga, enrevesada y tan sucia como el palo de un gallinero. Lo curiosos del caso es que nunca pasa nada. La ciudadanía española asemeja a un rebaño de corderitos mansos y capados. Es tanta la corrupción socialista que ya nos da lo mismo: sabemos que la ?derechita cobarde? se va a quedar en risas y mofas en el Senado y en el Congreso de ?diputeros?, pero carece de fuerza para poner pie en pared. Perros ladradores, poco mordedores, dice el refrán castellano. Si no arranca la bandera Díaz Ayuso, no la arrancará nadie de la derechita domada y amordazada. Doy fe.
Hemos estado unos meses leyendo cuestiones propias de delincuentes referidas al ?hermanísimo?. Pero llega un momento que no sabemos qué es del tal David. Nos hemos mofado hasta de Hacienda, que ha demostrado que no sabe dónde llega; eso sí, si le sucede a un ciudadano de a pie, lo fríen y lo amargan. Desde la llegada del tal Pedro Sánchez, mentiroso y felón en ?Moncloaca?, nunca la igualdad ha sido tan desigual. ?¿Y tú aún piensas que en España somos todos iguales ante la ley??, me decía ayer un viejo socialista, anteriormente camisa negra.
Ante una pregunta así, la respuesta en un NO rotundo porque lo vemos a diario: cualquier ciudadano roba una gallina y lo enchironan en menos que canta un gallo, pero si se llama José Luis Ábalos, David Sánchez, Óscar López, Cerdán, Carlos Puigdemont, Otegi, Patxi López, Koldo García?esos tienen patente de corso; es más, da igual que malversen, trafiquen, prevariquen, metan mano al cajón o huyan de España para no tributar. Nunca pasará nada. Encontrarán la vía de escape o habrá alguien que se la abra.
Ahí tienen el caso del tal Ábalos. Llevamos varios meses con sus múltiples fechorías, esas mismas que el CNI le notificó a Pedro Sánchez, por lo que el presidente prescindió de él. Era una forma de no verse arrastrado por el fango, que ya le llegaba hasta el cuello y más. Pero la Justicia es más lenta que el caballo del malo en las películas del ?far west?: un día le sacan los sucios asuntos de Perú y los dineros allí desviados; otro día lo de República Dominicana; al día siguiente el alquiler de mujeres de moral distraída y el pago de sus alquileres? El caso es que el hijo del torero ?Carbonerito? (Heliodoro Ábalos, padre de José Luis) se va a escabullir. Parece que no hay charco donde este ser no se haya metido. Y cuando creemos que todo está a punto de acabar, sale a relucir la petición de señoritas ambulantes pedidas por catálogo. El caso empieza a ser más largo que los cuentos de Mortadelo y Filemón o de Hazañas Bélicas. ¡Ahí tienen al exministro, todo un maestro que nunca pisó la escuela y vivió a costa del PSOE!
¿Qué decir de doña Begoña Gómez, la falsa catedrática? Eso sí que es el ?cuento de pamparampule, que tiene las bragas azules y el culo al revés? y el nunca acabar porque ese cuento siempre repetía al final eso de ?¿quieres que te lo cuente otra vez??. Pues, para quien no lo sepa, la catedrática Gómez pretende reconstruir su existencia laboral como ?inspectora. Sí, sí, como lo oyen. La señora del mentiroso presidente se reinventa y lo hace como inspectora de empresas para que cumplan con la agenda ecologista de la Unión Europea. Su objetivo es hacer informes de sostenibilidad de las empresas. ¿Pensará que alguien va a confiar en ella? Pero si ya hay centros penitenciarios con pancarta en todo lo alto donde se dice: ?¡Begoña, te esperamos!?.
Toda una dudosa ?bachillerata?, pringada hasta en el cocido, sin titulación superior y sin formación, con un vocabulario reducido y reducido, incluso con dificultad para formar oraciones completas y ajustadas al contexto, aunque incapaz de bajarse del burro, que se califica de inspector o de catedrático. ¿Serán el inspector Gadget y el catedrático de la estupidez? Estoy seguro que quienes conocen a este espécimen se mofarán de lo lindo, sobre todo en la localidad de Valderas, provincia de León, donde pasó sus años mozos y de donde le viene el apodo familiar de ?peleles?; de ahí lo de Begoña ?Pelela? Gómez. Me lo contaban con detalle en el restaurante ?Gatito? (Valderas-León) hace unos meses, justo antes de que el diario El Mundo publicara un reportaje donde se aludía al apodo: confieso que me pisaron la exclusiva por tres días. Eso me pasó por querer matizar pequeñas cositas sobre las andanzas de la nueva y pretenciosa inspectora.
Mejor no analizar a otros personajes, porque parece el cuento al que antes aludí del famoso ?Pamparampules?. El caso es que hoy acaba de saltar una filtración, seguramente procedente del propio PSOE, sobre el aspirante a presidir la Comunidad de Madrid y ser jefe de la oposición con respecto a la ínclita Isabel Natividad Díaz Ayuso, la joya de la Corona del Partido Popular y, no tardando, relevo del gallego acobardado e indeciso. Y le ha tocado a Ana Rosa Quintana comentar el presunto caso de corrupción sobre el tal López, mano derecha del mentiroso presidente y ?bandolero? verbal que, en ocasiones, no sabe si mata, hiere o espanta hasta convertirse en el matón del cotarro socialista. ?Durante la emisión de su programa, documentos explosivos fueron expuestos en vivo, dejando al descubierto pagos sospechosos, contratos irregulares y una trama que podría sacudir los cimientos del Gobierno? (sic).
No adelantaremos acontecimientos porque aún no sabemos qué dicen las pruebas filtradas y hasta qué punto está implicado el dirigido benefactor de MUFACE, a pesar de la ME-MA comunista y corrupta que mantiene su edificación en Cercedilla, con lo que impide la construcción de un hospital en terreno dotacional. Pero eso lo dejo para otro día (cada día me envían más documentación), que empiezan a caerse pilares podridos del Gobierno y de muchos ministerios.
En fin, el presunto escándalo que derribará a Óscar López ya está en la calle y en los mentideros de Moncloa. Dice Quintana que las consecuencias serán devastadoras, sin que aún se pueda determinar el nivel de cargos. No tardarán en decir los propios socialistas afectados que todo es falto, como de costumbre, hasta que les den con las pruebas en los morros o el juez o jueza ponga pie en pared y apunte con el dedo más nombres y apellidos.
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