Rumanía en la Presidencia de la UE: convergencia, seguridad y valores comunes

Esta nueva situación me permite contribuir y participar en el ensamblaje de los lazos de amistad entre estos dos países.

Mi deseo es que estas relaciones, ya en los máximos niveles, sean extendidas a distintos ámbitos de la sociedad (empresarial, comercial, cultural, en todos los sentidos), para que seamos capaces, entre todos, de hacer juntos aún mayores cosas.

Rumanía tiene mucho que ofrecer: su estratégico enclave, su bajo porcentaje de criminalidad, un sistema legal sano, que garantiza la seguridad jurídica, y un importante grado de especialización laboral.

Rumanía se plantea con ilusión esta primera Presidencia del Consejo de la Unión Europea, 12 años después de su incorporación a dicha Unión, en la que se ha marcado como objetivos: la convergencia europea, a través del crecimiento, la cohesión, la competitividad y la conectividad; lograr una Europa más segura; favorecer que la UE sea un actor global más fuerte; y fomentar la Europa de los Valores Comunes (solidaridad, igualdad de oportunidades, democracia, respeto por la dignidad humana, y la lucha contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia).

En las ocasiones que he tenido de visitar Rumanía, he podido ver un pueblo lleno de posibilidades, de recursos naturales y humanos, lleno de ganas de futuro, y lleno de esperanza. Bucarest, su capital, tras una acertada recuperación de su casco histórico, trata de hacer lo mismo hoy con las bellas casas de sus paseos que tanto recuerdan a algunas zonas de París. Pero Rumanía no es sólo Bucarest, sino un importante número de atractivos turísticos que van desde las joyas de Transilvania, y que recibe casi un millón de visitantes cada año, hasta el espectacular Lago Balea en los Cárpatos, pasando por los increíbles monasterios de Bucovina, por citar sólo unos cuantos lugares.

Cantabria y Rumanía tienen ahora el reto de colaborar en el progreso común para ser capaces de solucionar los problemas que acucian a la sociedad y sumar esfuerzos en seguridad y crecimiento económico.

Asumo esta responsabilidad como Cónsul Honorario de Rumanía en Santander con el compromiso de aportar experiencia para reforzar los vínculos entre ambos países y con Cantabria en particular.

Esta región es destino de una nutrida población rumana, casi 9.000 personas componen hoy la comunidad afincada en Cantabria,  y desde hoy pueden contar con una persona comprometida que cumplirá con ellos con la máxima ilusión y el deseo de serles útil.