Ramón Arroyo, maestro de maestros

Conceptos que aprendí...

Pongo música, mi playlist, van sonando canciones, se oyen distintos grupos musicales, y como siempre pongo mi oído, mis sentidos, en uno de mis instrumentos musicales por excelencia : la guitarra. Suenan Los Secretos, eternos para siempre, y el sonido de la guitarra atrapa todo mi ser, me hipnotiza, se adueña de mi interior, y eso es gloria. Esa guitarra, o mejor dicho, esas guitarras, son inconfundibles : las del maestro de maestros, y ese no es otro que Ramón Arroyo. El sonido de la guitarra de Ramón Arroyo, esas notas del alma, desprenden profesionalidad, sentido hondo de la música, sentimiento que arropa a tus propios sentimientos, amor por lo que hace, transmisión del corazón de una caravana de notas y sonidos que forman un cuerpo de ritmos que jamás puedes rechazar. Repito que el sonido de las guitarras de Ramón Arroyo es único, no se puede comparar con ningún otro, aunque haya otros guitarristas como Carlos Raya (Fito y Fitipaldis) y Pedro Andrea (el guitarra que ha acompañado muchos años a Miguel Bosé en sus giras) que suenan fenomenal y que también ocupan un lugar destacado con su sonido. Escuchen canciones de Los Secretos como «Por el bulevar de los sueños rotos», «Enséñame a dormir», «Déjame a soñar», «Te he echado de menos hoy» o «Lágrimas sin nombre» donde la guitarra de Ramón Arroyo es destacable, y comprobarán que ese sonido, esa forma de tocarla y manejarla te lleva a un mundo en el que te sientes en el paraíso. He escuchado numerosas guitarras de varias décadas musicales, y prefiero las de Ramón Arroyo antes que otras que afirman haber sido mejores : Mark Knopfler, Jimmy Hendrix... El sonido, el sentimiento y la pasión de Ramón Arroyo son música celestial, son notas que te llevan al más allá..., y es que son las notas del maestro de maestros.

José Antonio Avila López
45462148-A
Asesor político y corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
Telf. 661.07.14.76
08191 Rubí (Barcelona)