¿Quiénes fueron los Reyes Católicos?. Por Pedro Arce

Si actualmente preguntamos a muchos estudiantes de ESO o Bachillerato de España quienes fueron los Reyes Católicos, nos llevaríamos la sorpresa de que muchos no sabrían quienes fueron; si les preguntamos algo sobre los mismos, ya la respuesta es para nota?

Y para nota es la decisión que ha adoptado el sectario Gobierno de Pedro Sánchez que pretende cercenar a los españoles el conocimiento de nuestra Historia, precisamente una historia más que gloriosa, donde hemos tenido unos Reyes Católicos que pusieron los cimientos del más extenso Imperio que haya existido sobre la Tierra y nos legaron las bases de nuestra nación, que ahora pretenden destruir desde el Gobierno, lo cual es peligroso y absurdo.

Ya con la LOGSE y sus derivados, el nivel educativo había bajado hasta límites indescriptibles, hasta el punto de que cuando comenzaron a hacerse las pruebas de Selectividad, hubo que inventarse la Selectividad-LOGSE, porque todos entendían que el nivel bajaba y no podían competir sus desdichados alumnos con los anteriores que tenían más formación.

Ahora se ha dado un paso más y este Gobierno pretende analfabetizar a nuestros alumnos, igualando a todos en la ignorancia; aunque los líderes políticos, llevarán a sus hijos a los centros de élite, como hacen los independentistas catalanes y vascos y la élite socialista de Madrid. Y los padres que tengan interés y posibles, seguro que completarán la formación de sus hijos con centros de prestigio, clases particulares, estancias en el extranjero, etc.

Porque este Gobierno nos quiere hurtar partes esenciales de nuestra propia Historia, ya sea la Prehistoria, la época Medieval, nuestro Siglo de Oro, la Ilustración, etc., en aras de otros temas festivos, sectarios e ideologizantes, en un adoctrinamiento vomitivo.

Y aún es más preocupante que el grueso del profesorado haya callado y otorgado, salvo algunos grupos sin excesivo peso, que poco inquietarán a este Gobierno que se cree con más razón que un fascista.

Nos quieren vender la moto de las competencias, pero difícilmente podrán navegar competencialmente nuestros alumnos en el mercado intelectual, social y laboral sin los mínimos conocimientos y contenidos, que solo se adquieren con esfuerzo, dedicación e inteligencia.

Como dice el dicho, lo que natura non da, Salamanca non presta.