Puigdemont a estas alturas de la película no puede quedarse quieto. Carlos Magdalena
Sánchez pretende seguir moviendo el guiñol catalán a base de la vieja teoría de divide y vencerás (divide et impera). Y los catalanes de la calle, que les importa un pito las maniobra de sus élites, son testigos mudos de ese guiñol que dirige Sánchez desde Madrid, no para beneficiar a los catalanes sino para beneficiarse él siguen con su vida ajenos a las maniobras políticas de unos y otros.
Sánchez pretende seguir moviendo el guiñol catalán a base de la vieja teoría de divide y vencerás (divide et impera). Y los catalanes de la calle, que les importa un pito las maniobra de sus élites, son testigos mudos de ese guiñol que dirige Sánchez desde Madrid, no para beneficiar a los catalanes sino para beneficiarse él siguen con su vida ajenos a las maniobras políticas de unos y otros.
El fin último es que no le echen de la Moncloa. En efecto después del desastre electoral de ERC, sus mandos, el señor Aragones, quiere tomar protagonismo, y eso es contra natura y antidemocrático, en Cataluña no cala. En buena lógica democrática tendría que gobernar Illa, sin aspavientos, sn cesiones y nada más, y no hacer maniobras oscuras de peticiones para resistir porque por ahí no van los tiros ni los últimos resultados electorales.La cesión de la llave de la caja de los españoles a ERC es la mayor cesión para la desintegración del Estado concedida por Sánchez para resistir otro veraneo en la Moncloa.
Sánchez sigue dando un golpe de Estado y todos miran a Venezuela
En ese teatro-circo independentista de Cataluña entre las élites de parte de la alta burguesía catalana que dirige Puigdemont y parte de los republicanos de ERC, perdedores electoralmente, que no se sabe bien quien los dirige, está Sánchez, al menos eso se cree él. Pero Sánchez puede estar cometiendo un gran error como consecuencia de que la cabeza ya no le da para todo porque después de la imputación a su mujer se dedica a mandar cartas a la ciudadania, por eso lo de Feijóo que le pide la tercera carta auto despidiéndose; y para colmo la paralización por Bruselas de 158 millones y de que cada día son más los socialistas que discrepan de los derroteros que ha tomado el PSOE de los 100 años de honradez que pueden decir al señor Sánchez un ¡basta ya! como lo hace cuando tiene oportunidad Page y un montón de socialistas que tienen acceso a las ?alcachofas mediáticas?. Esta decisión de echar a Sánchez será difícil de conseguir porque existe un tapa bocas hacia los cuadros de mando para que eviten que la militancia de base se desmadre.
Y en este galimatías catalán están los siete votos de Puigdemont, que son absolutamente necesarios para que Sánchez pueda seguir en la Moncloa. Llegados a este extremo, lo que puede hacer la élite burguesa catalana independentista, que no es toda la élite de la burguesía catalana, ahí tienen al conocido Joan Gaspar que dice no a la independencia, poner la puerta a Sánchez y obligarle a que convoque elecciones y que sea lo que Dios quiera.
Lo que queremos decir es que a Sánchez cada día se le estrecha más el embudo y puede llegar un momento en que el agujero se cierre definitivamente porque llevamos un año con el Gobierno en el alambre y a lo loco dirigido desde Waterloo. En esa tesitura lo que puede ocurrir es que los lobos que están encerrados detrás de una puerta con candados salgan y le lleven al juzgado y eso sí que no quiere el señor Sánchez. Lo peor que ha hecho Sánchez es enfrentarse con los de ?las puñetas?, insultarles a través de sus ministros, la banda de los 23, y metiéndoles in fórceps una Ley ilegal y anticonstitucional.
Sé el primero en comentar