Noticias de Cantabria
Opinión 20-04-2020 10:45

Panorama en rojo, por Jesús Salamanca

Preocupan sobremanera las pinceladas comunistas, decimonónicas y amenazantes: nacionalizar empresas, innecesaria renta básica para comprar voluntades, persecución y censura a periodistas críticos, intento de comprar la voz de los medios de comunicación para que sean medios de intoxicación…. Tal vez lo mejor sea comprobar cómo muchos de sus hasta ahora fieles empiezan a saltar del barco y eso barrunta fracaso.

 

   

    ¡Vaya panda de meritorios! ¡Vaya ‘peña’ de incompetentes! ¿Pero en manos de quién estamos? ¿De dónde ha salido tanto parásito oculto? Los están engañando en todas partes: da igual que pidan respiradores, mascarillas o pinzas para la ropa. Y cuanto más ridículo hacen más reprimen a la sociedad, sabedores de que algo se mueve ya; la barrera de los 20.000 muertos es la línea roja, para unos, y las trompetas del apocalipsis para otro.

 

    Preocupan sobremanera las pinceladas comunistas, decimonónicas y amenazantes: nacionalizar empresas, innecesaria renta básica para comprar voluntades, persecución y censura a periodistas críticos, intento de comprar la voz de los medios de comunicación para que sean medios de intoxicación…. Tal vez lo mejor sea comprobar cómo muchos de sus hasta ahora fieles empiezan a saltar del barco y eso barrunta fracaso.

 

    Desde el gobierno han consumado el ridículo, roto la convivencia y destrozado el Estado de bienestar. Hasta la prensa europea ridiculiza la incompetencia y la falta de sentido común, poniendo la guinda en el podrido pastel comunista. Apenas han tocado poder y ya huele a engaño, corrupción y podredumbre. Tengo la sensación de que nadie del gobierno ha leído a Tarradellas pero,  si lo hubieran hecho, sabrían que “En política se puede hacer todo menos el ridículo”.

 

     Ese comunismo degenerador de Pablo Iglesias va comiendo terrero al superfluo postureo de Sánchez. En política la chulería dura poco, como le sucedió al “marqués” de la casta, Pablo Iglesias: su patetismo es abrumador y no menos risible. Llevó su mitin a Moncloa y se jactó de decir que el coronavirus distinguía de clase social hasta que se dio de bruces contra la realidad y comprobó cómo su barragana volvía a  casa “sola, borracha”….y contagiada tras la algarabía maledicente del 8M. Iglesias se saltó la cuarentena por segunda vez en un intento de liderar medidas sociales absurdas, arruinadoras del erario y despreciadas por todos los sectores económicos, incluidos los más ‘pijoprogres’ de la propia izquierda.

 

    La mentira, la ignorancia y la deformación son aliadas y bandera de esa izquierda que aventa el líder podemita. NO es capaz de controlar ni gestionar las  residencias de nuestros mayores y pretende sacar el lado social de no sé qué. Insiste en demostrar que no hay “guerra” con las CC.AA. pero falsea sus palabras y se engaña a sí mismo. Como inicial ‘perrillo flautista” del socialismo sigue en la caverna de la ideas. Intenta centralizar actuaciones, pero lo que hace es potenciar el permanente sectarismo; hasta en esa actitud, esta izquierda al uso rebosa fracaso social, lo mismo que  sus acólitos demuestran clara indigencia moral.

 

    No hay duda de que la cobardía del gobierno socialpodemita llega hasta lo más antisocial, como es no responder a los periodistas cuando se sienten acorralados o cuando estos pretenden explicar por qué “Unidas Pandemias” asemejan a una “organización criminal”. Si eso lo hacen políticos de la derecha, hoy está ardiendo España y la sectaria izquierda atrincherada y en algarada permanente. Son formas diferentes de entender la democracia. No lo duden. Tampoco se pierdan un genial artículo del periodista británico C.S. Fitzbottom sobre la situación política actual en España: "Si la derecha estuviese gobernando en este momento".

 

    El ‘agitprop’, tan propio de esta izquierda,  se les va a volver en contra. La calle ya no la controlan quienes ni siquiera controlan el gobierno ni la crisis. La mordaza no la admiten las sociedades occidentales, como no admiten chapuces ni amenazas. Comprobamos que el comunismo de Iglesias campa en albañales y anochece en las zahúrdas. Su intento de controlar los medios no es más que un complejo de inferioridad que se manifiesta en mecanismos de compensación varios, a los que se amortigua con un razonamiento serio. Sin duda, son muchas las  inoperancia que hay en el gobierno, como hay ‘navajeo’ entre las partes.

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Comentarios(1):

Carmen - 07-06-2020

Hola, quién es C.S. Fitzbottom?