Noticias de Cantabria
Opinión 23-12-2018 11:45

Un cuento de Navidad del año 2012

Mi querida Vespa, por Carlos Magdalena Menchaca

Este verano se cumplen treinta y dos años desde aquel día que te vi en el escaparate de Miguel Arroyo, me encapriché de tu figura blanca, cual paloma, pletórica de sencillez y candidez, se notaba que buscabas que te quitasen del expositor. Parecía que querías alzar el vuelo porque te veías ruborizada ante tantas miradas

No te compré  con machacantes sino con letras que me hicieron firmar. Antes de elegirte de compañera tuve mis dudas, como las de cualquier amante, éramos muy jóvenes  y tuve que decidir  entre una Ducati con doble tubo de escape  macarril o la elegancia y porte que tenias y sigues teniendo, porque querida amiga, han pasado los años y tú sigues igual, bonita, atrevida, señorial y coqueta, llamando la atención, mientras yo…mejor no te cuento ni te hago confidencias que puede ser peor.


Cuánto hemos disfrutado juntos y lo que te rondaré morena. Bueno ahora vistes de negro pero te recuerdo que años atrás has pasado del blanco al rojo, casi los colores de la bandera de la señora Merkel, que nos trae por la calle de la amargura con su interés de que les devolvamos los dineros que hemos derrochado en caprichos y en comisiones para los amigos. ¡Vaya premonición ¡
Con la crisis, querida amiga, vamos a salir más tiempo de paseo juntos, tendrás que trabajar más y no solo en verano, como has venido haciendo, sino que lo haremos en invierno para ahorrar “gasofa”. Al principio será duro pero estoy seguro que sabrás amoldarte a los nuevos tiempos. Los recortes y ajustes los sufriremos los dos como en los buenos tiempos.


 Notaras el cambio. De pasear por Comillas, Punta Umbria,el Rompido… en verano, a hacerlo en el invierno del Sardinero a la calle Castilla pasando por el Paseo de Pereda hacia el despacho. Esperemos que las medidas, los recortes no duren mucho porque ambos somos mayores y ya estamos para sopitas y café caliente.
 Habrás notado el cambio, ahora los temibles “moteros” de la policía local nos respetan más, ya no nos piden tanto la documentación como antes, será cosa de la antigüedad. Te acuerdas aquel motorista del casco de casi dos metros cuando bajaba de su motón “motón” y se ponía de pié, nos la tenía guardada, parecía que nos estaba esperando, nada más salir de casa en cuanto nos veía pasar nos paraba en el semáforo del Rhin, dejando casi sin terminar el café que tomaba en el hotel Sardinero. Y cuando tocó la sirena para pararnos ¡qué miedo ¡se asustaron hasta los viandantes que no salían de su asombro de la “pasada del motero del casco”. El pasado, pasado está, sin rencor. Ahora andan con otros menesteres. Cuantas anécdotas.


Estuvo simpática la del verano-2011 cuando estábamos parados en el semáforo de Castelar y se puso al lado un Lexus descapotable, impresionante y un jovencito al volante nos espeto: oiga, se la compro. Tú asustada y yo asombrado dije: ¡El qué¡.¡ La moto¡. Se la compro. Y le repliqué, sino es una moto, es una vespa, y no está en venta. El joven cuchicheó con la “chorba” y volvió a la carga. Le doy 2000 euros. Yo educado le volví a decir, no está en venta. (Será impúber el niño pensé) La joven mini faldera le azuzó, adiviné, dale más que la suelta, 3.000 dijo el joven. Que no, que no está en venta. Porque se abrió el semáforo si no hubiésemos sabido el capricho del “nenete” hasta donde llegaba. En fin amiga, vamos a ver que nos depara este verano. Creo que vamos a ir a Pedreña en las “lanchas rojas” porque esa travesía no la conoces. Antes preguntaremos el precio que te cobran…..y regatearemos.!!Hasta mañana querida Vespa!!

Publicación 05-08-2012

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