Los tenebrosos pactos de Pedro Sánchez, por Juan Goti Ordeñana

No se llevan así las relaciones internacionales, aunque la encargada del Ministerio de Asuntos Exteriores de España dijo que fue una «visita de cortesía». No tiene visos de unas relaciones normales con otros países. Según las noticias que se han publicado, era para rescatar a los exministros Juan José Quintana y Héctor Arce del Gobierno de Evo Morales, comprometidos con pagos al partido de Podemos, y refugiados en la embajada de México

Algo ocultaba el Gobierno español con este incidente, cuando estaba comprometido en la formación del nuevo Gobierno, y negociando en esos momentos con Podemos, cuyos orígenes y financiación van aparecer con motivo de este incidente. Las cosas no están nada claras. Es ¡digno de admiración! que la gran prensa no se haya interesado por ello, a lo sumo se ha dado la noticia como un simple hecho sin interés. Y los demás partidos, excepto VOX, no parece que le hayan dado la importancia que merece. Pero puede ser una bomba que explote en cualquier momento, pues incluye una enorme gravedad, no de relaciones diplomáticas que la encargada del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bolivia quiere acallar, para no romper las buenas relaciones con España, sino para el Gobierno español que se ha comprometido con la liberación de unos delincuentes que saben de la financiación del partido con quien ha pactado Pedro Sánchez.

Sólo tiene explicación este incidente, si Pedro Sánchez se ha comprometido con el movimiento comunista sudamericano del Foro de Sao Paulo, o con algún grupo de políticos comprometidos con este Foro, y del cual tiene necesidad, para ser investido de presidente. Este Foro constituye un disfraz político de la delincuencia organizada, pues forma una red de gobiernos encabezados por corruptos, y que tienen un claro fin introducir el comunismo por todas las naciones.

Al observar el hecho lógicamente uno se pregunta, ¿qué se ha querido ocultar? Recuerdo, cómo de pequeño nos aconsejaban que no anduviéramos con malas compañías. En este caso está a la vista, que Pedro Sánchez ha escogido malos compañeros de viaje y, por ello, se ve precisado a encubrirlos. Debe pensar a quiénes ha elegido como socios para formar el Gobierno, ya que antes de empezar se ha visto comprometido, con unos que manchan todo lo que tocan. Como ha desvelado el expresidente y delegado del Gobierno interino de Bolivia ante la comunidad internacional, Jorge “Tuto” Quiroga, nos encontramos con personas claves de Podemos que han estado negociando las subvenciones para trastocar la política española, y ciertamente en poco tiempo han llegado al poder. El hecho de la embajada de México muestra hasta qué punto se ha comprometido Pedro Sánchez a blanquear el negro historial de su socio Podemos.

El asunto es muy grave, pues como ha desvelado Quiroga caminan en la ilegalidad, ya que han recibido dinero del populismo sudamericano y también de las narcodictaduras de esos países. Y concretando señala que «Bescansa era la encargada para Nicaragua, Juan Carlos Monedero de Venezuela, e Íñigo Errejón de Bolivia». Y continúa que «todos ellos habían recibido dinero “robado” de países, como Bolivia o Venezuela con el propósito de expandir el comunismo en distintos países como España».

Únicamente el partido VOX ha tomado medidas en el asunto y, antes de dar un juicio sobre ello, ha enviado a Bolivia al diputado Víctor González Coello de Portugal y al eurodiputado Hermann Tertsch para informarse del incidente, recabando información de los ministros bolivianos. Hermann Tertsch ha dicho, en una rueda de prensa, después de reunirse con los ministros de Bolivia: Arturo Murillo, ministro de Gobierno, y Fernando López de Defensa, que no tiene explicación la actuación de la embajada española. A lo que ha añadido Jorge Buxadé que «están muy alertados y preocupados por las noticias recibidas, y que no dan más detalles por motivos de seguridad. Y lo único que quiere manifestar en este momento es que el Gobierno de Bolivia tiene información sensible que, evidentemente, nosotros vamos a mantener en barbecho hasta que haya nuevas noticias para respetar la política internacional».

Las acciones ya han comenzado, Arturo Carlos Murillo Prijic, Ministro de Gobierno, se ha dirigido a la Fiscalía de la Nación para que inicie una investigación «sobre el intento de asalto por agentes españoles encapuchados y armados en la residencia de la embajada de México en la Paz. Finalmente, la operación, que pretendía dejar huir a los ex ministros de Evo Morales Juan Ramón Quintana y Héctor Arce, se truncó. Quintana se encuentra bajo la sospecha de estar al corriente del narcotráfico en Bolivia; Arce, bajo la acusación generalizada de ser el encargado de financiar a Íñigo Errejón como parte del plan de apoyo a iniciativas de extrema izquierda en Europa». Por lo que ya se ha puesto en marcha llamar como testigos al «líder de Podemos, Pablo Iglesias, el de Más País, Íñigo Errejón, Juan Calos Monedero, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el ex juez prevaricador Baltasar Garzón para que sean citados a declarar por los pagos de Evo Morales en el marco de la crisis desatada por el incidente con los GEO de por medio en la residencia de la embajadora de México en este País».

Llegados a este momento nos podemos preguntar: ¿Cuál de los socios que ha escogido Pedro Sánchez para formar Gobierno es causa de mayor peligro? Por un lado, se ha comprometido con los separatistas

catalanes, que quieren la independencia desgajándose de España, lo que pone al presidente del Gobierno en el abismo de la destrucción de la nación. Pero, por otro lado, según el incidente de Bolivia, parece que ha entrado en pactos con delincuentes no sólo por recibir dinero de otros países, sino también por participar en el narcotráfico que corre por América, además de estar comprometidos con el Foro de Sao Paulo, disfraz de políticos corruptos formando una red de gobiernos para introducir en todas las naciones el comunismo, con destrucción de la cultura política existente.

¿Por qué lado es más débil el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez?