Los madrileños huyen de Madrid a su segunda residencia, también  a  Cantabria. por Carlos Magdalena

Este fin de semana todos hemos podido ver como el incremento de tráfico de salida de Madrid hacia las ciudades del Mediterráneo, del norte y pueblos cercanos a Madrid se ha incrementado.

Se trata de la huida de los ciudadanos privilegiados que tienen una segunda vivienda fuera de la capital. Esta tendencia ya se venía practicando desde los inicios de la pandemia en los fines de semana buscando cualquier subterfugio para salir de Madrid y algunas ciudades veraniegas que pasado el verano quedaban vacías. Aunque este año no se han vaciado del todo y lo prueban los consumos de luz y el solaz al sol de muchos jubilados, y no jubilados porque el teletrabajo también favorece a esa espantada.

Así pues se puede deducir que la huida de la “quema” puede producir de forma simplista una expansión de la epidemia del Covid19 a esas ciudades y pueblos receptores. Sí y no.

Se están haciendo muchas valoraciones porque aquí todo el mundo opina y parece que los medios de comunicación necesitan munición para los lectores y llenar espacios de programación aunque a veces esa munición es de baja calidad.

Se habla incluso de que esta segunda ola, brote, o como se le quiera llamar a la pandemia, que vive con nosotros, es más propensa en los pobres, fíjense ustedes que burradas se leen en algunos medios de comunicación. Lo que sucede es que según en que estatus la forma de vida, de relacionarse, de convivir en ocasiones hacinados influye en un contagio más rápido.

Lo que queda claro es que tienen razón los  virologos del mundo que nos dijeron desde el principio que debíamos ir a acostumbrando a vivir con esta “segunda gripe”. ( Alejandro de la Torre, director científico del Centro Médico Imbanaco)

Pero metámonos en harina, en lo que se refiere a Cantabria y la llegada de estos nuevos “huéspedes”, muchos madrileños, y que algunos pueden ser portadores del virus. En Cantabria parece que la situación epidemiológica es de control, las medidas están produciendo efecto y sobre todo la responsabilidad de los ciudadanos de Cantabria. No debemos bajar la guardia y se precisa no relajarse.

Y sobre todo que los políticos no larguen sus conocidas peroratas para decir que aquí está todo controlado, procede mesura y equilibrio en la locuacidad. Creo que el consejero Rodríguez, lo está haciendo bien pero debería de mirar, examinar ese traslado de madrileños a Cantabria e incluso hacer controles itinerantes de PCR por algunos pueblos que sabemos que son residencias de los ciudadanos de Madrid. 

Y también por qué no desde Presidencia se debería de llamar a los alcaldes para ver y saber el incremento que se ha producido de ciudadanos de fuera en sus localidades. En fin tomar medidas de control, pero no quedarnos con los brazos cruzados ni menos haciendo declaraciones vacuas.

Somos nosotros los que tenemos que gestionar y cuidar nuestra Comunidad y cuanto antes mejor.