LA FELICIDAD Y EL AMOR. Por Belen Alonso Rincón Letrada del ICA
Desde que ha empezado el nuevo año, estoy dando vueltas a la idea de escribir sobre la Felicidad y los nuevos y renovados propósitos que todos tenemos cuando comenzamos enero. Aunque estamos en febrero, ya casi a mitad, todavía estamos a tiempo, y que mejor oportunidad que hablar de ello en el mes del amor, no os equivoquéis
Desde que ha empezado el nuevo año, estoy dando vueltas a la idea de escribir sobre la Felicidad y los nuevos y renovados propósitos que todos tenemos cuando comenzamos enero. Aunque estamos en febrero, ya casi a mitad, todavía estamos a tiempo, y que mejor oportunidad que hablar de ello en el mes del amor, no os equivoquéis, a pesar de mi romanticismo innato, no lo voy a relacionar, ni mucho menos, aunque algo tiene que ver ,o no, ¿Qué os parece?
Mucho se ha hablado a lo largo de los siglos sobre lo qué significa exactamente ser feliz, desde el inicio de nuestra existencia como humanos, los grandes filósofos, escritores, poetas, científicos, han divagado sobre ello. Por mi tendencia a la filosofía y mi adoración hacia ella, lo cual, los que algo me leéis seguro no os habrá pasado desapercibido, hablare un poco de La felicidad sobre todo desde esa visión filosófica.
Empezar´ con una idea de Arthur Brooks, que me hace recordar a mi querida Ítaca de Kadafis,
"La felicidad no es un destino, sino una dirección, según esta teoría, cualquier persona puede conseguir, avanzando en esa dirección, ser un poco más feliz". Según este científico social de la Universidad de Harvard, la felicidad es el equilibrio de tres ingredientes en nuestra vida diaria: disfrute, satisfacción y propósito, a partir de aquí, ¿entonces nos podemos proponer ser felices? El llamado IKIGAI, concepto japonés que significa, literalmente, razón de vivir o razón de ser. nos puede llevar a creer que ,no solo si nos lo proponemos podemos llegar a tener más felicidad, sino además ser más longevos. Todos hemos oído hablar de la neurociencia y las "hormonas de la felicidad", la influencia química de las emociones y ciertos hábitos en esos neurotrasmisores, parece entonces, que, con cierta implicación, cualquiera podría conseguir ser feliz, con propósito, de manera consciente y desde un punto de vista científico , o al menos ser lo más feliz posible. ¿Estaríais de acuerdo con esta idea? Si es así, y contando con un estado de ánimo positivo, ¿podríamos lograrlo?
Tenemos que intentar atraer la felicidad, y para ser felices debemos conocer la infelicidad, experimentarla, y, a partir de ahí, aprender a saber que tenemos que hacer para que nos pasen cosas buenas, crear buenos vínculos en nuestras relaciones sociales, buscar satisfacción en nuestro círculo de amigos, en el trabajo ,en la familia, cultivar en definitiva esos lazos con las personas que nos acompañan en nuestro día a día, crear vínculos de calidad, no de cantidad.
Liberar oxitocina, el contacto físico con las personas, los abrazos que pocas veces damos, y que hasta nos incomodan si los que nos dan resultan más largos que un simple contacto, abracémonos más y mejor, por tanto. Hablémonos a nosotros mismos internamente de manera positiva, disfrutemos el presente, démonos confianza y autoestima, no seamos muy duros con nosotros mismos.
Entonces, ¿la felicidad es posible si ponemos de nuestra parte? Parece que depende en gran parte de nosotros, y no es tan difícil llegar a ella.
Según Aristóteles la verdadera felicidad está en hacer el bien. La felicidad depende de nosotros mismos y ser feliz significa autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano. «Bastarse a sí mismo es también una forma de felicidad»
. «Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace» - Jean-Paul Sartre.
"El hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo, ya no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz". Platón
"Las grandes bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y a nuestro alcance. El sabio se contenta con su suerte, sea cual sea, sin desear lo que no tiene" Séneca
Pero en realidad ¿nos conformamos con lo que tenemos?¿vemos con buenos ojos y aceptamos lo que nos viene en la vida? ¿le damos un sentido positivo, sea lo que sea?
Para Epicuro, más hedonista, la felicidad es placer, serenidad, un estado en el que no hay perturbaciones del alma ni dolor alguno.
El postuló el principio de que el equilibrio y la templanza era lo que daba lugar a la felicidad. Ese enfoque quedó plasmado en una de sus grandes máximas:
"Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco".
Para Ortega y Gasset la felicidad se configura cuando coinciden "la vida proyectada" y "la vida efectiva".Es decir, cuando confluye lo que deseamos ser con lo que somos en realidad.
Si nos preguntamos en qué consiste ese estado ideal de espíritu denominado felicidad, hallamos fácilmente una primera respuesta: "la felicidad consiste en encontrar algo que nos satisfaga completamente" Según Ortega.
"Quizás muchas veces no podemos ser felices porque nos sentimos permanentemente insatisfechos, no sabemos que deseamos en realidad", (Slavoj Zizek)
Estoy de acuerdo con ellos, todos los seres humanos tenemos la potencialidad y el deseo de ser felices y todo ser humano persigue la felicidad ,como también decía Aristóteles, entonces tenemos la obligación de ser felices, y para ello debemos vivir el presente.
"Si estás deprimido, estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estas viviendo el presente".Lao Tzu.
"La felicidad; más que un deseo, alegría o elección, es un deber". Immanuel Kant
Si controlamos nuestro entorno en vez de que el nos controle a nosotros seremos más felices, según la idea nihilista de la felicidad, la que nos da Nietzsche, la voluntad de poder, es la que nos permite enfrentarnos a las adversidades.
¿Os acordáis de Chris Gardner y la película En busca de la Felicidad? cuando un obstáculo se presenta, buscas soluciones y lo enfrentas. Tienes que seguir adelante porque está en tus manos cambiar la situación. Superar las dificultades se relaciona con palabras como perseverancia y felicidad.
Quizás a veces pensemos que el estado de la felicidad es la búsqueda constante del placer y la huida del dolor, estar permanentemente en un estado idílico, según John Stuart Mill, el deseo de ser feliz por encima de todos los demás deseos se presenta en todo ser humano.
Otras muchas identificamos felicidad con estar enamorados, con el amor, en ese caso estaríamos de acuerdo con Bertrand Russell, cuando dice:
"De todas las formas de precaución, la cautela en el amor es tal vez la más mortal de la verdadera felicidad". Russell concibe el amor como un instrumento para conseguir la felicidad.
Otros estaremos más de acuerdo con Epicuro, quien pensaba que el amor poco tenía que ver con la felicidad, en cambio, la amistad sí.
"Quizás muchas veces no podemos ser felices porque nos sentimos permanentemente insatisfechos, no sabemos que deseamos en realidad", (Slavoj Zizek)
Todo esto nos hace pensar que la felicidad está íntimamente unida a la Inteligencia emocional, un poco pasada de moda, ahora lo que se lleva es la Inteligencia artificial , aunque ya hace muchos años, Aldous Huxley, un avanzado a su tiempo, en su famosa novela, Un Mundo Feliz, año 1932, se anticipa en el desarrollo de la tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia, manejo de las emociones por medio de drogas que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad, y nos hace adentrarnos en la idea de conseguir la felicidad por medios artificiales.
Entonces, ¿sabemos ya lo que es la Felicidad en realidad?
"La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención a otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro". Henry David Thoreau
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