La Diplomacia política es un arte. Mariano Cabrero Bárcena es escritor
Los españoles y los argentinos se llevan bastante bien, y no necesitan, de ningún modo, que sus relaciones personales sean puestas en peligro porque Sánchez y Milei, Milei y Sánchez, no desean verse?ni en pintura.
La Diplomacia política es un arte, y como tal hay que practicarla. Siempre para el bien entre las naciones a las que representa. ¿Existe alguna razón por la que argentinos y españoles deban de pelearse? Uno entiende que no.
Si buscamos las relaciones históricas de España y Argentina nos encontramos con que son muy antiguas. Y uno se pregunta: ¿Qué es lo que esta pasando? Pues posiblemente sea que la clase política de ambos países ha decidido ?tirarse los trastos a la cabeza??Y es que, ante el escándalo y el estupor de las correspondientes ciudadanías, las relaciones diplomáticas entre España y Argentina están pasando un mal momento.
Porque cuando los responsables gubernamentales españoles insinúan la posibilidad de llegar a la ruptura de relaciones diplomáticas, ocurre que la personas terminan por tomar caminos completamente equivocados.
Que recuerde uno, en cuanto a la diplomacia, ocurrió en 1980 cuando los policías guatemaltecos invadieron la embajada de España en este país, causaron la muerte de 39 personas. Entre ellas estaban algunos diplomáticos españoles. Uno se pregunta: ¿Estamos ahora en una situación igual o parecida? Uno ha de responder?que no.
Ortega y Gasset, dejó escrito: ?(?) que la política es, sobre todo, pedagogía, que los gobernantes tienen el deber de explicar la realidad para poder proponer legítimamente políticas dirigidas a su trasformación en beneficio de la comunidad. Este deber pedagógico es una asignatura pendiente de nuestra diplomacia?.
Podemos comprender que el señor Sánchez y el señor Milei no se llevan bien, y la distancia que les separa en cuanto a sus ideas políticas resulta no ser novedosa, dicho sea esto dicho de paso, y en la política internacional.
Pero, entendemos y comprendemos, que no son demasiados los responsables políticos que traducen sus lejanas ideologías en conflictos o incidentes internacionales entre sus respectivos países, a los cuales representan.
España y Argentina, que uno sepa, no tienen ningún conflicto político pendiente de resolver: en la vida social, en cuanto a la economía, literatura, personal?etc.etc.
Los españoles y los argentinos se llevan bastante bien, y no necesitan, de ningún modo, que sus relaciones personales sean puestas en peligro porque Sánchez y Milei, Milei y Sánchez, no desean verse?ni en pintura.
No obstante, el espectáculo que ambos han dado antes sus ciudadanos y al resto del mundo entero ha sido deplorable, mírese por donde se mire?Es hora de que ambos dirigentes políticos, presidentes de sus respectivos países, se sienten a dialogar como personas que son, y hablen de paz, estabilidad, entendimiento en beneficio de Argentina y España.
Y es que han de comprender, de una vez por todas que? ?La Diplomacia política? es para ellos una asignatura pendiente, y como tal han de desarrollarla. Y pueden conseguir que sus diferencias políticas vayan a la Organización de Estados Americanos, la conocida como (OEA), en Washington, de la QUE Argentina es miembro, y España observador, para solicitar entendimiento y tranquilidad. Tienen además una gran ventaja: hablan el mismo idioma, y se pueden entender sin que acudan los intérpretes.
No ha habido in incidente diplomático, que uno sepa. Lo han provocado los propios presidentes de Argentina y España, respectivamente, y por tanto, ellos son los que tienen que resolver sus diferencias políticas.
Porque los pueblos de Argentina y España-sus habitantes-desean seguir viviendo en paz, libertad y prosperidad; lo que también desean los ciudadanos del mundo entero. Han de darse la mano el Palacio de la Moncloa y la Casa Rosada. Con mis mejores deseos?
La Coruña, 26 de mayo de 2024
Mariano Cabrero Bárcena es escritor
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