España necesita urgentemente unas elecciones. Por Carlos Magdalena
En este país se vive de la improvisación y siempre nos “coge el toro” porque no tenemos toreros, solamente subalternos En la actualidad hay 33 ministros que viven opíparamente y ahora que existen problemas dicen que lo resuelvan las comunidades autónomas.
El presidente de España llega de vacaciones y dice que la situación del coronavirus es preocupante. Y todos los españoles que son independientes y que no viven del carnet del Partido se han quedado con la boca abierta. Amigos este es el presidente que desgobierna España y que está apoyado por los antisistema de Podemos y los independentistas vascos y catalanes.
En efecto éste es el presidente que tienen las 17 autonomías del Estado español.
España carece de un puesto de mando y el barco va a la deriva desde hace ya bastante tiempo y sin que exista voluntad de enderezar el rumbo.
Se precisa urgentemente unas elecciones para ver si es posible elegir un gobierno que gobierne un país. En la actualidad hay 33 ministros que viven opíparamente y ahora que existen problemas dicen que lo resuelvan las comunidades autónomas. Este país necesita urgentemente un presidente de gobierno que gobierne, ya no cabe hacer florituras ni seguir poniendo motivos ni dando el beneficio de la duda para que este Gobierno, incluidos los podemitas, se vaya. Solo nos quedan las urnas.
En esta afirmación no existe ninguna acritud contra ninguno de los miembros de este “multitudinario” gobierno, nada menos que treinta y tres...solo que no gobiernan y en consecuencia se tienen que ir, y la única forma de que se vayan es mediante las urnas porque por su incompetencia e incapacidad no van a dimitir.
Dijimos no hace muchos meses que después de la gestión del coronavirus realizada por el gobierno Sánchez lo que procedía era que se diese a las urnas la posibilidad de aprobar o reprobar la gestión del Gobierno, no se hizo.
El tiempo nos da la razón, se actuó tarde y con improvisación diciendo un día y desdiciendo al siguiente. Improvisación que continúa cuando comprobamos que no ha habido, ni se ha programado un planeamiento en el caso de rebrotes como ha sucedido. En este país se vive de la improvisación y siempre nos “coge el toro” porque no tenemos toreros, solamente subalternos.
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