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Opinión 02-10-2021 08:10

Caso abierto

En la investigación de la  desaparición de las niñas de Aguilar de Campoo (abril 1992) Manuela Torres y Virginia Guerrero, pudo producirse dejación judicial y policial. Por Carlos Magdalena

Recordemos que seis meses después del caso de Aguilar de Campoo,  el 13 de noviembre de 1992 se produjo el execrable crimen de Alcacer, la violación tortura y asesinato de Miriam, Toñi y Desiree conmocionando a toda la sociedad. Ese horrendo crimen quizá produjo que la atención se volcase más en el crimen de Alcacer...

 


"O dicho de otra manera no se trabajó lo suficiente en el esclarecimiento de los hechos".

 


En estos días siguen saliendo datos, indicios, evidencias, noticias que a muchos nos hace pensar que no se hizo lo suficiente cuando se produjo la desaparición de las niñas de Aguilar de Campoo en su investigación. Cierto que eran otros tiempos y los métodos de investigación no eran los mismos que existen en la actualidad con importantes avances de los que dispone la policía científica en la actualidad.Recientemente nuestra compañera Belén Rincón, letrada, relató, en estas páginas, el porqué  procedía la apertura del caso que fue archivado en su día por falta de pruebas indiciarias.

Si delimitamos y cuadriculamos el territorio  donde se produjo la desaparición, lugares, población, todo muy circunscrito a Aguilar y Reinosa, nos hace pensar que no se metió suficientemente la cuchara y se debió indagar  más de lo que se hizo, ampliar el círculo. ¿Se actuó de forma insuficiente?


La clave dicen los investigadores que  está en ese coche 127 en el que fueron las niñas. En efecto en su día  podría haber sido hilo conductor de la investigación pero es ahora cuando una testigo recientemente ha admitido que sufrió un intento de secuestro en un vehículo 127 blanco con matrícula de Valladolid.
Los padres quizás por sufrimiento, dolor, desconocimiento, bloqueo etc. confiaron plenamente en las autoridades policiales y/o judiciales, pensando que éstos últimos, como expertos en dichas cuestiones, iban a realizar todas las actuaciones necesarias tendentes a localizar a la persona sospechosa. Pero por otra parte  hay que tener en cuenta que cuando los ascendientes, amigos, parientes no presionan a la policía  o en el juzgado suficientemente, no queremos decir que esos órganos de la Administración no guarden la misma agilidad y eficacia pero sí que la insistencia muchas veces produce éxito y profundizar e insistir en la investigación. 

Todos conocemos casos  que han salido en los medios donde  la presión del padre, o madre "coraje" como se las llama, producen que un archivo provisional de un caso consigan reabrirlo y que se siguiesen las actuaciones con éxito en algunas ocasiones en estos casos de  desaparición o secuestro.


Recordemos que seis meses después del caso de Aguilar de Campoo,  el 13 de noviembre de 1992 se produjo el execrable crimen de Alcacer, la violación tortura y asesinato de Miriam, Toñi y Desiree conmocionando a toda la sociedad. Ese horrendo crimen quizá produjo que la atención se volcase más en el crimen de Alcacer y se olvidase en alguna medida la desaparición de las adolescentes de Aguilar de Campoo.
No sé si existe pero sería muy laudable el que hubiera una sección de la Policía para investigar casos antiguos no resueltos.

 

 

Los medios de comunicación tenemos mucha responsabilidad  de insistir y poner los asuntos en candelero para forzar más si cabe las investigaciones judiciales y policiales. En la actualidad creemos que se está siguiendo una línea de investigación más acertada y correcta que junto con los avances de la técnica policial esperamos llegue a una resolución. Desde Cantabria Liberal y desde todos los medios de comunicación deseamos éxito a los investigadores.

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