El Watergate sanchista a la española. Carlos Magdalena
El Watergate que hizo caer a Nixon y dirigirse a la nación presentando su dimisión es una minucia comparado a lo que ya tenemos y sabemos de corrupción y conspiración en el mandato de Pedro Sánchez que tiene que presentar la dimisión y después celebrar elecciones.
El Watergate que hizo caer a Nixon y dirigirse a la nación presentando su dimisión es una minucia comparado a lo que ya tenemos y sabemos de corrupción y conspiración en el mandato de Pedro Sánchez que tiene que presentar la dimisión y después celebrar elecciones elecciones.
Pedro Sánchez ya no puede ocultarse más justificándose como un ignorante de lo que estaba pasando en su entorno, o lo que es peor auspiciándolo. Desde los negocietes en forma de cátedra de su mujer a la llegada a Barajas de barras de oro desde Venezuela traídas por la vicepresidenta para convertirlas en dinero cuándo esa panda de corruptos y otras cosas tenía prohibida la entrada en el espacio Shegel. Sánchez permitió entrar en Barajas a la vicepresidenta Delcy de Maduro con nada más y nada menos que 40 maletas.
Solo falta citar a Delcy y a Maduro
Todos estos asuntos junto con otros tantos y la poca credibilidad y nula palabra del presidente español puede ser ya por fin el Watergate a la española que hará dimitir al señor Sánchez para intentar que haya unas elecciones que templen el enrarecido ambiente político que existe en España y sobre todo en el partido socialista obrero español. Poco a poco se está viendo que hay una trama bien pergeñada y hay que desenmascarar de una vez tanta desfachatez y mentira, y que afecta directamente al presidente de España a través del caso Begoña Gómez, del caso Koldo, de Ábalos del que sólo se puede decir que en realidad es un simple testaferro de Pedro Sánchez "el gran mentiroso".
Si con todo lo acontecido hasta ahora no es suficiente para que el señor Sánchez se marche y no lo haya hecho ya todos nos preguntamos qué más va a salir para emponzoñar, enfangar el periodo político del actual presidente español.
La máquina del fango está en la Moncloa. Sánchez quería amordazar a la prensa y a los jueces con sus manifiestas ilegalidades de nombramientos y el tiro le ha salido por la culata porque la prensa libre y los jueces independientes pueden ponerle en la calle más pronto que tarde. ¡Habrá que estar atentos!
Sánchez creyó que al despedir al poderoso Ábalos se acababa el problema y confundió ese dicho tan español de "muerto el perro se acabó la rabia". Aquí en España y a la vista de todos tenemos la trama, el hilo, el ovillo y la manta. Los jueces con la templanza que les caracteriza siguen inmutables con las diferentes tramitaciones y procesos a la vista, trabajando para los españoles y acabar con la corrupción instalada en nuestro país. Sánchez no puede decir que no sabía nada cuando disponía de todos los resortes de los poderes del Estado y estaba muy bien informado de lo que hacía el señor Ábalos, de los "asuntos" que se traía entre manos, del motivo de la visita venezolana con lingotes de oro. Lógicamente también el señor Sánchez estaría informado de los tejemanejes de su esposa, de los viajes en Mistere de doña Begoña, viajes y uso del avión que se mantiene oculto, de su cátedra para que tuviese un trabajillo y fuera una mujer moderna de hoy en día como dice su defensora María Jesús Montero. Y como decimos más arriba de lo que está por salir.
La única diferencia que existe entre el Watergate de Estados Unidos y el Watergate español es que los norteamericanos no admiten la mentira y los españoles estamos acostumbrados a que el común denominador de la acción política de nuestros representantes sea la mentira. Hemos normalizado lo inadmisible.
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Comentarios(1):
Sanchez se seguirá aferrando al poder mientras pueda. La alternativa es ser juzgado junto a su hermano, su esposa y colaboradores cercanos de su banda