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Opinión 22-09-2025 07:53

EL PENSAMIENTO DE CHARLIE KIRK Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid

El asesinato de Charlie Kirk, el miercoles10 de septiembre en una Universidad de Utah, ha conmocionado a la sociedad. Ha recordado el odio que hay en la izquierda y los crímenes políticos que se ha cometido en el tiempo de lo que llamamos democracia. El actual sistema político se ha reducido a una polarización de ideas, y ha dividido la sociedad en dos partidos que se proponen una lucha a muerte.

 

 

El asesinato de Charlie Kirk, el miercoles10 de septiembre en una Universidad de Utah, ha conmocionado a la sociedad. Ha recordado el odio que hay en la izquierda y los crímenes políticos que se ha cometido en el tiempo de lo que llamamos democracia. El actual sistema político se ha reducido a una polarización de ideas, y ha dividido la sociedad en dos partidos que se proponen una lucha a muerte. Al menos, eso es lo que vemos en nuestro mundo. Como resultado de este planteamiento hemos llegado a una convivencia, donde aquella antigua guerra con espadas o lanzas, se ha convertido en una pugna mucho más letal que llega hasta el asesinato.

Nos ha impresionado la noticia del asesinato de Charlie Kirk, que en España ni se le conocía, aunque era muy popular en EEUU. Se trata de un joven de 31 años, muy considerado por los ambientes conservadores, y muy rechazado por el progresismo que ha llegado a dominar nuestra sociedad con la cultura «woke». Su asesinato ha puesto de relieve la confrontación social y política que está tiñendo de negro la sociedad occidental, y lo han demostrado instituciones políticas de EEUU y de la Comunidad Europea. Los representantes demócratas del Congreso de Washington se han negado a guardar un minuto de silencio por su muerte, y en el Parlamento Europeo los representantes de izquierdas se han opuesto a ese minuto de reflexión. Lo que muestra, que es una actitud igual en todo el movimiento progresista de oponerse duramente a todo otro pensamiento que no sea el suyo, por muy legítimo que sea.

¿Quién era Charlie Kirk? Un comentarista político, muy influyente en Estados Unidos. Comenzó su activismo a los 16 años con un profundo rechazo a la educación que le dieron, dirigida a asumir los dogmas de la enseñanza «woke», la cual consistía en «el odio a la patria y rechazo a la cultura de Occidente, y donde se inventaba una historia a capricho de la nueva progresía». Como nos dice él: «Cuando yo estaba en secundaria Barack Obama se convirtió en presidente. En aquel momento tenía gran corte estar en desacuerdo con Obama, y yo decidí ofrecer resistencia cuestionando si de verdad iba poder traer la utopía que prometía. Era mi manera de rechazar la ortodoxia». Se opuso así a la mentalidad «wokista» que se asentaba en el poder. Era su manera de rechazar la verdad oficial.

Entonces, en 2012, comenzó una resistencia con la creación del «Turning Point USA», organización que ha llegado a ser muy influyente en el pensamiento conservador. Motivos de su decisión, que él justificaba en una revista: actuar por el sentido de un enorme rechazo a la educación que había recibido, una «educación basada en el odio a la patria y a la cultura de Occidente, que se contaba trastrocando la realidad». Por ello su organización tenía por fin movilizar estudiantes universitarios hacía una orientación conservadora. Habiéndose adherido su organización a la trumpista MAGA (Make America Great Again), llego a ser persona muy destacada en la campaña conservadora del presidente Trump. Con este motivo llegó a ser portavoz contra el pensamiento único y del «woke», actuando en los campus universitarios y en los medios juveniles, y siendo su programa la defensa de la vida, de la familia y la libertad. Su doctrina fue convincente para muchos jóvenes que pasaron a considerar el valor de la tradición, y en consecuencia apoyaron a Trump en las elecciones de noviembre.

Era un hombre genuinamente político, que había descubierto en el diálogo la forma de expresarse en el mundo social, y nunca traspasó esta frontera. Sabía que la promoción de la cultura occidental se había forjado con diálogo, por lo que tenía como finalidad convencer a la sociedad de los valores de la cultura tradicional, de la familia y la sociedad libre. Kirk hizo política auténtica, hablaba para entenderse con todos cualesquiera que fueran sus opiniones. Presididas sus intervenciones con el lema: «Demuéstrame que estoy equivocado», siempre guardando moderación y respeto con todos los dialogantes, por lo que era una persona muy popular entre la juventud.

Conviene, también, apuntar el fondo ideal que centraba su discurso: la fe cristiana que le llevó a comprometerse en una vida pública. Kirk era cristiano evangélico, y tenía un íntimo contacto con el catolicismo, porque su esposa Erica era católica, y por ello lo tenía como gran valor. En una revista de este año habló del creciente regreso de los jóvenes americanos a la práctica religiosa porque ven en ella, que: «La Iglesia es un bote salvavidas en este tsunami de caos y desorden». Y que los que acudan a ella advierten que son elevados en sus valores personales.

¿Que será del futuro de su movimiento? El martirio suele ser una llamada para despertar conciencias, si no, algo de historia, recuérdese el asesinato de Martín Luther King en marzo de 1968, trajo en EEUU un giro en la consideración de las personas de raza negra. Este asesinato de Charlie Hirk es una llamada de atención a las nuevas ideologías destructoras de la cultura de occidente, y una esperanza para revivir la cultura tradicional. En este caso su esposa Erika aseguró que los eventos programados por Turning Point USA, continuarían, y que la causa basada en el patriotismo, libertad de expresión y religión no se extinguirán, pues ella se siente con la fuerza necesaria para seguir con los ideales de su marido.

En su recuerdo Erika Kirk no se cerró en el recuerdo y el dolor que le envolvía en los primeros momentos, sino que con serenidad hizo una declaración de futuro. Su decisión es continuar con todo lo que Charlie había edificado, y en cuanto se pueda ampliarlo, fortaleciendo lo que él había construido a pesar de las adversidades que nos amenazan pues: «Mi esposo dio su vida ? mostró el máximo y verdadero amor. Nunca, jamás, tendré las palabras para describir la pérdida que siento en mi corazón». Su actitud ha despertado una esperanza, puesto que «Su fortaleza, su fe, su cercanía con la visión idealista de Charlie y su determinación firme, proyectan una mujer dispuesta a convertirse en guardiana activa del legado». Y como respuesta de la sociedad, en el congreso «Europa Viva 25», Kevin Robert decía: «Avancemos con coraje, convicción, alegría; los mismos valores que personificó nuestro hermano caído, Charlie Kirk».

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Comentarios(1):

Carlos B. - 22-09-2025

Afirmar que fue un asesinado por el odio de la izquierda y comparar su muerte con la de Luther KIng es una muestra de falta de objetividad política y partidismo interesado.