El Ministerio impulsor de la desigualdad

A estas alturas albergo razonables dudas acerca de si la fastidiosa manía del feminazismo ideológico y su guarnición mediática por prescribir un lenguaje presuntamente no sexista obedece a la intención real de favorecer a las mujeres, o simplemente forma parte de esa campaña de revolcón social en la que ya poco se distinguen transexuales, lesbianas  y travestidos. Y lo digo porque nunca he podido entender que el modo de favorecer la necesaria igualdad y eliminar las discriminaciones sea imponer un lenguaje identificativo mezclado de ocurrencias y de giros absurdos. De hecho, los que mostramos nuestro escepticismo y rechazo al manual de estilo decretado por los miembros de ese sanedrín piojoso, somos tildados de todo menos de bonicos. Por eso, uno no puede saludar con satisfacción los mezquinos informes de ese horrendo Ministerio de Desigualdad, sí, no me equivoco, de Desigualdad. Esos informes son de un sexismo lingüístico vulgar que sólo buscan la visibilidad de la mujer insultando al hombre... ¡Eso no es igualdad! Se debe actuar ya y criticar esas directrices contenidas en varias guías feministas con lenguajes soeces y pluscuamperfectos que defienden todo lo inmoral y antinatural (travestis, lesbianas, reinonas, transexuales...)  y dejan al varón, al hombre normal, por tierra. Las adolescentes y jóvenes de hoy no pueden empeñarse en comprar la ideología de ese malévolo Ministerio y de esas farsantes consejerías autonómicas de Desigualdad. Lo que me hace daño al oído es escuchar a personas con criterio y formación, doblegadas ante estas ocurrencias estilísticas. ¡A ver cuánto tardan estos ideólogos y estas ideólogas de turno en salir a la palestra para llamarme ?machista?.
José Antonio Avila López
45462148-A
Asesor político y corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
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