¡Dimite, Pedro, dimite y pide perdón!, por Jesús Salamanca
En plena madrugada me entero del “tuit” que ha posteado la Embajada de China en España: “La empresa a la que compraron los test carece de licencia oficial del Ministerio de Sanidad chino y no son fiables”
He empezado el día con el desayuno atragantado. Hay dos motivos que me han llevado a ello: en primer lugar, comprobar que ya tenemos 56.188 afectados y 4.089 fallecidos; tan solo nos superan en afectados China, Italia y EE.UU., pero respecto a los fallecidos ocupamos el segundo lugar después de Italia y por delante de China. Son datos del Covid-19 Live world Map/Count. En segundo lugar comprobar que los test rápidos que compró el Ministerio de Sanidad español no funcionan y China avisa de que se compraron a una empresa sin licencia oficial del Ministerio de Sanidad Chino; sería para partirse de risa si no fuera por la gravedad de la situación: aumento de contagios y fallecimientos. No solo el Gobierno no paga por adelantado, como todos, sino que acude al mercado negro donde la seguridad es cero.
¡Hay que ser cafre para llegar a eso! El Gobierno ha querido tapar sus vergüenzas muy deprisa y resulta que se las ha enseñado a todo el mundo. Tenemos un desastre como Gobierno, pero un desastre que no acierta ni cuando rectifica. No es de extrañar que la prensa inglesa y francesa muestren a Díez Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, como una heroína ante la forma de afrontar el virus en Madrid, mientras que a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias los pone a los pies de los caballos; lo más suave que los llama es “incompetentes, mequetrefes e insensatos” (traducción ajustada). Viene a ser algo así como lo que decíamos el otro día: políticos de “palo y zanahoria”. Yo ya no tengo dudas: ¡Dimite, Pedro, dimite y pide perdón!
Créanme que uno tiembla con ciertas noticias sobre la “guerra mundial coronavírica” que tenemos encima. Si recorro Internet acabo llevándome las manos a la cabeza y si leo la prensa en papel me enveneno. En plena madrugada me entero del “tuit” que ha posteado la Embajada de China en España, que deja al Gobierno a los pies de los caballos y demuestra su sectarismo, dejadez y manipulación. Ahora ya no tiene ni argumentos para defenderse porque todo lo hace mal y a destiempo. ¡Lástima que la oposición no se entere de nada para atacar al Gobierno con entereza y contundencia! Si este Gobierno ha dejado de representarnos, la oposición no va muy a la zaga. ¡Ya es tiempo de pedir responsabilidades y exigir dimisiones!”
Dos ejemplos de barrabasadas de “Fernandito” y de una concejala coaligada con Podemos. El primero acaba de decir otra barbaridad irresponsable, muy propia de él: “El incremento en la UCI se está estabilizando”; según él, todo parece ir bien, pero estamos peor cada día, ni siquiera se acerca esa curva a la que lleva aludiendo quince días. Recuerden su lista de mediocridades de las que ya hemos escrito en este medio en demasía. Mucho currículum propandémico (lo tengo delante) de Fernando Simón, pero el analfabetismo funcional demostrado es desbordante. Esa respuesta de Simón solo se entiende porque ya no hay sitio en las UCI. A ver por dónde sale ahora este personaje tras el que se esconden la ineptitud, la dejadez y el desbordamiento del presidente más inepto e incompetente del periodo democrático español, incluso más que el actual valedor y adorador del dictador bolivariano, José Luis (“ZParo”).
Poco ayudan a la estabilidad y a la tranquilidad opiniones de gente frustrada y acomplejada, como es el caso de la concejala de “Somos Lanzarote” en el Ayuntamiento de Arrecife, señora Merino; esta “genio” se regodea en la desgracia de nuestros mayores. Según ella “el coronavirus es un aviso de la naturaleza contra el exceso de viejos en la Tierra”.
Esa última opinión es un simple reflejo de cómo piensa ese sector degenerado que destila todo un cargamento de odio contra sus semejantes. Pero las hay más crudas como lo dicho por otra insensata “culiparlante-bocachanclas”, ultraizquierdista, podemita y feminista: “¿Qué preferimos? ¿Media docena de ancianos inútiles muertos o toda la economía de un país absolutamente destrozada (de nuevo)? No sé vosotros, pero a mí me sobran momias por la calle” (@claraginer).
Ni que decir tiene que le cerraron la cuenta #Claraginer @claraginer, a la vez que se llevó la del pulpo. Como muestra: “Y yo que iba a inspirarme pero igual deseo que nunca te falte el amor de un abuelo, como me hace falta a mí”. Eso sí, ya inspirado del todo, el tuitero adjetivaba a la ultraizquierdista con todo lo imaginable, pero en negativo, como se merecía.
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