Digo blanco, pienso negro y viceversa, por Jesús Salamanca Alonso
No sé si Echenique habrá regañado a su jefa por explotación laboral, abuso horario, humillación permanente a la escolta, clasismo y desprecio.
Parece mentira que, con la que está cayendo tras la sentencia de los ERE, haya personas próximas a la misma o próximas ideológicamente que se atrevan a hablar de derechos sociales, laborales y/o de salarios justos. Recurren a la Constitución para justificar lo que todos sabemos desde 1978. Lean, lean las cosas que dice el tal Echenique, las barbaridades de Susana Díaz -- pero sin entrar en los tejemanejes de “su Moriche”-- o la defensa de los derechos laborales que se hace desde el “marquesado feminista de Galapagar” aunque la práctica es otra realidad bien distinta.
Ya saben aquello de “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. No hay más que releer la prensa escrita todos los días. Los otros medios se quedan a mitad de camino en cuanto a datos; eso sí, hay honrosas excepciones, como las hay en los medios sectarios que ocultan las noticias que no les favorecen: incluso tenemos una cadena de TV que, ante una noticia desfavorable para la siniestra, no dudaba en conectar con el Valle de los Caídos “para conocer qué ha desayunado hoy Franco” (permítaseme la exageración). Era una forma recurrente de sembrar desinformación, sectarismo y de malversar la realidad.
Un día abre uno la prensa o entra un rato en las redes sociales y se encuentra peregrinas reflexiones de Echenique, por poner un ejemplo. Lo que menos piensa es que va a defender los derechos laborales de los trabajadores y/o el salario digno. Pues si no quieres una taza, te tomas dos; el explotador laboral no duda en decir lo contrario de lo que hace y, si me apuran, lo contrario de lo que piensa porque sabido es que se ha aprovechado de los trabajadores; es decir, de la parte más débil de la cuerda productiva. Y no lo digo yo sino que, en su día, lo ratificó el juez. No sé si habrá echado la regañina a su jefa por explotación laboral y humillación social de la escolta de Montero, denigrando sus funciones y humillando la dignidad personal. Seguramente su jefa le habrá tapado el “pico” para que no píe más de lo normal y de lo necesario.
Pasas la página del diario y te encuentras otra que tal baila. Sí, la “sultana”. ¡Santo cielo, la cantidad de explicaciones que aún debe dar esta señora! Representa perfectamente el personaje de Poncio Pilatos y lo hace cada dos por tres y cada vez mejor A ver por dónde sale la investigación sobre el papel de su cónyuge. No cabe duda de que a Susana se le ha desbocado el “Moriche”. Tranquilos que no es ningún animalito sino su media naranja.
Llevo varios días investigando la obra y milagros del susodicho y no sé por dónde empezar a ordenarlo aún. Tan solo un par de pinceladas. El juez quiere saber cuántos cursos se cargó y cuántos costeó la Junta de Andalucía, durante el tiempo que permaneció como auxiliar administrativo en el IFES de UGT. Parece ser que supera el centenar de cursos. ¿Y dónde está el dinero? ¿También era de los parados andaluces? ¿Y todas las subvenciones millonarias han desaparecido? Se me ocurren cientos de preguntas, así que supongo que al magistrado de turno se le ocurrirán miles. Pero, tranquilos, que lo vamos a saber gratis y no tardando. Entre los ERE, los cursos de formación, subvenciones mil, gastos indiscretos en juergas, orgías, jolgorios, prostíbulos…. ¿Apostamos a que se superan los 950ME que los altos cargos del PSOE dilapidaron, malgastaron o malversaron? Veremos la luz al final del túnel.
Mejor dejar los detalles porque parece el cuento de nunca acabar. El BOJA publica subvenciones y subvenciones en las que cualquiera se pierde, incluso en las de 2010 que son de pequeñas cantidades: algunas no llegan a los 3.000.000M€. Lo curioso de esto es que en algún expediente parece que se cargó la nómina del “Moriche” de Susana. “Seis acciones formativas para él”, dicen algunos medios. Lo curioso de todo es que el susodicho estaba contratado como auxiliar administrativo aunque figuraba como “tutor, evaluador y preparador” de los cursos. ¡Tres en uno! ¿Se imaginan la figura del jugador-entrenador-presidente cobrando por las tres funciones? Pues, eso mismo.
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