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Opinión 31-08-2020 07:00

Destrozo del escudo social, por Jesús Salamanca

Tenemos un impresionante atasco en la Administración Pública, como consecuencia de la crisis sanitaria y de la negligente gestión del Gobierno

 

      Mucha palabrería y excesiva falsedad de compromiso del presidente del Gobierno, además de palabras vacías y chulescas del ´vice´ segundo, pero entre los dos y descoordinadamente han destrozado el escudo social que se habían inventado. “Nadie se quedará atrás”, decía Sánchez. “Muchas familias ya tienen su salvavidas adaptado”, llegó a decir el comunista-bolivariano, Iglesias.

 

        Juntos han desplumado al sector más necesitado de nuestra sociedad porque ni siquiera supieron planificar sus respectivos departamentos y tampoco los ministerios. Para más ‘inri’, en el Consejo de Ministros se insultan y chulean la ministra Celaá e Iglesias: Él insulta a Isabel como “incompetente” que dice ser y ella lo acoge de buen grado porque “el insulto viene de un corrupto”. Son como niños, pero vagos y mal educados.

 

      Miles de gestiones están paralizadas. La mayoría de las instituciones siguen de ‘vacaciones coronavíricas’ y parece que así seguirán. Los más afectados son esas personas beneficiarias del mal llamado escudo social. Y por si no es suficiente daño, los rebrotes frenan el empleo, paralizan la recuperación económica, disparan el paro, el cierre de empresas y la expulsión de miles de autónomos del sistema productivo. El termómetro de la economía nos dice que, tan pronto como la bolsa española pierda los 7.000 puntos, serán cientos de empresas las que sufrirán. De momento, más de 250.000M € ya se ha marchado del ibex35 desde que Sánchez empezó a mentir.

 

     ¿Qué tenemos en este momento? Pues tenemos un impresionante atasco en la Administración Pública, como consecuencia de la crisis sanitaria y de la negligente gestión del Gobierno, con principal responsabilidad en la ineficacia y mediocridad de Sánchez e Iglesias: son capaces de marcharse de vacaciones sabiendo que 160.000 afectados por los ERTE no han cobrado todavía ni un euro desde marzo. Hablamos de rácanos que han pisado alfombra roja y “mean colonia”. Con un brutal colapso de gestiones básicas y un caos que se extenderá aún bastante tiempo, los sindicatos amenazan con algaradas; esta gente es experta en hacer daño, por lo que nunca la verán arrimando el hombro.

 

     Si concretamos más, tiene que salir a colación la Seguridad Social. Allí se agolpan cientos y cientos de solicitudes del Ingreso Mínimo Vital. Según la prensa económica más de un 80%. ¡Toda una vergüenza en manos de una titular y “gran inepta, la ministra de Trabajo”! De ahí que los trabajadores se agolpen donde acude y estén dispuestos a escrachearla día sí y día también. Al parecer tampoco hay quién tramite las miles de altas por jubilación. Nadie recoge solicitudes. Deben de pensar en la Administración que todo el mundo domina las tecnologías de la información y de la comunicación. ¡Y no, señora ministra comunista, no sea tan burra!

 

    ¿Y el SEPE? ¡Otro que tal baila! Ya hemos dicho antes que unas 160.000 personas no cobran el correspondiente ERTE desde marzo. Debería tener en cuenta la ministra de Trabajo que no es gente con casoplón ni coche oficial ni sueldos anuales de seis cifras. Ya mintió una vez y lo hará cuantas veces haga falta, pero todos conocemos familias que no han ingresado ni un ‘clavel’ desde que se implantó el “arresto” domiciliario. Sigue habiendo retrasos en pagos, resoluciones de expedientes, prestaciones a desempleados, información sobre jubilaciones, derecho a ayudas (“paguitas”), exámenes para la obtención de la nacionalidad.… Como ellos ya son casta, no saben lo que es mirar hacia abajo. ¡Tiempo habrá para que lo paguen!

 

    Desde que Sánchez llegó a Moncloa hay 36.000 trabajadores más en la Administración Pública y toda una ‘corte indecorosa’ alrededor de los ministras, directores generales, secretarios generales, subsecretarios y un sinfín de asesores de medio pelo y sueldo elevado y completo. Pese a ello: mala gestión, peor información, quejas permanentes, ‘vuelva usted mañana’, retrasos mil,… ¡Hasta el Defensor del Pueblo y sus homónimos de la CC.AA. están colapsados por los escritos de auxilio que reciben!

 

      Hablando con amigos y conocidos que militan en el sindicato no sectorial CSI-CSIF me informan, con datos en la mano, de cómo el INSS atrasa miles de pagos de ayudas hasta tres meses; oficinas centrales de la SS “requeteatrancadas”; brutal colapso de personal y trabajo. A ello hay que unir esas más de 160.000 incidencias en el IMV, en ayudas de paternidad y maternidad, prestaciones por incapacidad, exagerados retrasos de citas de todo tipo y, en algunos departamentos, avisos de nuevas postergaciones.

 

     En fin, una Administración Pública colapsada y que avanza “de culo y cuesta arriba” es una Administración muerta, inservible, caótica y cara, muy cara. Cuando los políticos niegan todo esto, me acuerdo de René Descartes: “No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tenerla”.

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