Noticias de Cantabria
Opinión 27-01-2023 16:29

Descontrolado despilfarro socialista. Por Jesús Salamanca Alonso

No estaría de más que el nuevo Comité de la Verdad, que propugna el PSOE, comenzara por estudiar la sarta de mentiras, bufonadas, mamarrachadas, falsedades y ocultamientos socialistas.

No estaría de más que el nuevo Comité de la Verdad, que propugna el PSOE, comenzara por estudiar la sarta de mentiras, bufonadas, mamarrachadas, falsedades y ocultamientos socialistas.

Ha tenido que salir a escena la pandilla de indocumentados políticos que tenemos para darnos cuenta de que no saben lo que es gobernar y mucho menos trabajar para el bienestar de la ciudadanía. Cultivan la soberbia, la chulería, el analfabetismo, la falta de respeto y el desprecio a la mano que les da de comer. Ahí tienen lo sucedido en Valladolid, el día 21 de enero: Pedro el mentiroso se atrincheró en la Cúpula del Milenio con un puñado de fieles palmeros o, lo que es lo mismo, antes se llamaban «lameculos» en Román Paladino por aquello de evitar todo tipo de florituras innecesarias.

Sánchez sigue apareciendo delante del letrero propagandístico de «Gobierno de la Gente», cuando debería decir «Gobierno de la Peste», sobre todo tras comprobar que la ciudadanía lo tiene por personaje repelente. Aquella campaña orquestada por el PSOE para acercarse a la ciudadanía, ni siquiera se pudo llevar a cabo: hubo que suspender todos los actos porque la protagonista era la progenitora de Pedro Sánchez. Lo era en negativo y con negativos improperios. Son tantas las mentiras, tantas las falsedades, tantos los desprecios a la ciudadanía, que ésta no deja de apuntarlo con el dedo en espera urgente de que lleguen las elecciones para darle la bofetada que merece. Todo cerdo tiene su San Martin y a éste parece haberle llegado ya.

Pierdan unos minutos y visualicen algunos videos que existen en internet sobre el acompañamiento que se viene montando el felón desde hace tiempo. Para cualquier visita de esta calamidad de presidente acuden decenas de vehículos como séquito de protección. Y nadie lo entiende porque a la ciudadanía le importa un bledo y medio la protección de este filoetarra, malversador, felón, venerador de independentistas, devoto del golpismo y luchador bárbaro contra la Judicatura. Su asentimiento respecto a los «fachas con toga» no ha pasado desapercibido. Y lo pagará. Que nadie dude de que lo pagará con creces.

Hasta las inmaduras muchachas de la extrema izquierda adocenada y cavernaria se rodean de alfombras rojas, coches oficiales y vestidos de señora, cuando no son más que muchachas de medio mandil, malcriadas del sistema, degeneradas abortistas, además de egoístas sin la correspondiente terapia. Hasta de camello se han confundido. No vean cómo «se lio la gorda» con las declaraciones de la segunda de a bordo de la «barragana de?». Al menos, Irene Montero acusó a Ana Botella de ser «la mujer de?» por lo que, según ella, fue alcaldesa de Madrid. Pero es que la actual ministra y protectora de Violadores es tan solo una simple «barragana de?», ni siquiera mujer.

Razón tenía Feijóo al apuntar que hay que regular con urgencia los viajes para evitar el ridículo presidencial y de los mamotretos del comunismo. Se rodea de seguridad, cuando su seguridad nos trae al pairo a todos los españoles. ¡Total?para lo que sirve este indecente presidente?! Da igual que viaje Pedro o lo haga su porquera. Ahí tienen a la tropa feminista de la ministra de violadores, que no dudó en marcharse a hacer turismo a EE.UU,, pero a costa del Erario Público, con compañía fantasiosa e inútil y sin programa de actuación. Ya está bien de un Gobierno sin criterios, ni objetivos, ni perspectivas de futuro. Lo más extendido de este «Gobierno de la Peste» es la permanente falta de respeto a la ciudadanía y todo lo contrario de cuanto habían prometido.

Era manifiesto que con la izquierda nunca se lograría la regeneración del sistema porque se pervierten a la primera de cambio. La alfombra, el coche oficial, las mesas de reuniones y el trato que reciben, además de los sueldos y prebendas, los desarticulan y cambian la forma de pensar en 24 horas; siguen siendo mamertos de boquilla, pero neoliberales de corazón con ligeros ramalazos procomunistas. La ruindad de la izquierda es la cultura y la tradición del mamerto que, aunque no existe en el DRAE, sí es un vocablo que ya debería estar incluido. Por eso el Plan de Calidad Institucional que va a presentar Núñez Feijóo viene como anillo al dedo ante tanto despilfarro, malversación, latrocinio y abuso del «Gobierno de la Peste» que encabeza el felón y mentiroso,

Pedro Sánchez. Espero que no se note mucho el nulo respeto que hoy me merece este filoetarra de Moncloa, catedrático de la estupidez y trapecista del nulo sentido común.

La desprestigiada seguridad de la que se rodea Sánchez equivale a nuestra inseguridad. Gracias a él y a sus negligentes políticas ?algunas con resultado de muerte?hoy nos encontramos con organismos a los que ha colonizado. Eso ha llevado al desprestigio institucional de muchos de ellos como el CIS, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, la fiscalía general del Estado, el INE, el CNI, el CSIC y, lo más sonado, el propio Tribunal Constitucional sobre el que Europa ha abierto una investigación tras la denuncia de partidos políticos y organizaciones ciudadanas.

¡Ya me dirán qué prestigio le queda al TC con personajes como el exministro Campos, la promotora del estatuto catalán (hasta hace tres días vinculada a la desprestigiada Presidencia del «doctor cum fraude») y el tiralevitas de Rodríguez Zapatero, el tal Conde-?Pamplinas?, presidente para más recochineo! No estaría de más que el nuevo Comité de la Verdad, que propugna el PSOE, comenzara por estudiar la sarta de mentiras, bufonadas, mamarrachadas, falsedades y ocultamientos socialistas.

Cualquier comisión de transparencia le reventaría al PSOE en la cara. Tras ser declarado el partido más corrupto de Europa no tiene ninguna salida airosa. Como en Andalucía, ya verán que muchos de los líderes no saldrán de los tribunales tan pronto como abandonen o sean expulsados de sus graciosas y caras dádivas. Doy fe.

Por cierto, ¿para qué sirve el Portal de Transparencia?

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