Conceptos que aprendí.. José Antonio Avila López
Poco a poco van quedando lejos y desapareciendo los medios y formatos de comunicación convencionales, o quizá mejor dicho, su «consumo» mayoritario. Vivimos en la época de la inmediatez informativa y la globalidad que nos permiten las nuevas tecnologías, los medios digitales y las redes sociales,
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Poco a poco van quedando lejos y desapareciendo los medios y formatos de comunicación convencionales, o quizá mejor dicho, su «consumo» mayoritario. Vivimos en la época de la inmediatez informativa y la globalidad que nos permiten las nuevas tecnologías, los medios digitales y las redes sociales, y en medio de todo esto entra en juego la veracidad de tanta cantidad de información que se lanza a la opinión pública, y ganan su protagonismo las famosas noticias falsas que hacen que el término información esté constantemente en jaque. Resulta curioso como, con todas estas circunstancias que exigen como nunca leer a fondo noticias y contrastarlas, por el contrario, consumimos más que nunca el titular, el video de unos pocos segundos, y si puede ser, puestos a elegir, que sea lo que quiero leer o escuchar, mejor no tentar a la suerte con situaciones incómodas de autoconvencimiento. Resulta incuestionable que es deseable poner coto a los bulos que inundan las redes sociales, y es ahí donde entran las tentaciones de aquellos que gobiernan de poner en funcionamiento mecanismos que caminan en la delgada línea entre velar por la veracidad de las noticias y el control y censura de la información. En 2020 ya se habló de un «Ministerio de la verdad», y resulta curioso que eso naciera de un Gobierno liderado por Pedro Sánchez, un Sánchez que prácticamente en sí mismo es mentira. En cualquier frente se encuentra el soplo y el sorbo, lo blanco y lo negro, y al final, lo más importante es el control del relato. Es responsabilidad de todos los ciudadanos poner filtro a lo falso, pero en un país democrático esto no puede utilizarse de excusa para instaurar un comité de la verdad que fiscalice a los medios dictaminando sobre su nivel de credibilidad y pluralismo, y coarte la libertad de expresión propia de un Estado de derecho.
José Antonio Avila López
45462148-A
Asesor político y corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
Telf. 661.07.14.76
08191 Rubí (Barcelona)
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