Ciudadanos no pinta nada y después de las elecciones de Cataluña del 14 F pintará menos.  Por Carlos Magdalena

Ciudadanos nació por el hostigamiento y ahogamiento a que eran sometidos catalanes españoles que querían seguir con España por parte de radicales catalanes,  y ese hostigamiento no lo evitaban, lo permitían, los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE de Madrid.

Esa falta de democracia en Cataluña produjo el nacimiento de Ciudadanos con su icono Albert Rivera al frente y unos catalanes españoles que juntos fundaron  Cs.  Y creció de forma espectacular por  la defensa de la democracia frente al totalitarismo y de imposición del independentismo radical cuyo mensaje era, para ser catalán hay que ser independentista. La  imagen de su líder Rivera, fresca y joven junto a su forma exitosa de lanzar los mensajes les hizo crecer  de forma arrolladora.
Si patrimonializamos  Ciudadanos se puede decir que en el partido el 80 % pertenecía a Rivera, su fundador, y el 20 % a aquellos con los que lo fundó y que se han ido paulatinamente, desapareciendo al día de hoy.
Ese éxito en Cataluña le hizo trasladarse con ese mensaje centrista y liberal al resto de España donde también triunfó, y fracasó. En efecto al tener que abrir franquicias en España de Cs no exigió  requisitos de los que entraban con identidades de democracia y la insignia de liberal.
Así pues el partido se convirtió en el refugio de tránsfugas y de una leva que se fue haciendo a base de familias, amigos y conocidos... que cogían “cacho”.
Tuvo su oportunidad de consolidar el partido Rivera pero en la decisión más difícil que tuvo que tomar como fue un pacto con Pedro Sánchez tiró demasiado de la cuerda y la cuerda se rompió y el electorado que no es tonto le castigó y derribó.

Bajo el manto de Rivera estaba Arrimadas, nunca mejor definida por su propio nombre, que aunque apuntaba maneras finalmente  se ha dado cuenta toda la opinión pública votante que Arrimadas ya no representa a Rivera ni los principios que le hicieron triunfar y va haciendo su política personal de “a calzón caído”, detrás de Sánchez, intentando recuperar el tiempo perdido y fracasando estrepitosamente. Ahora se producen las elecciones catalanas y prácticamente será el RIP del partido que fundó Rivera. Y añadiríamos que también hundió, tristemente.

Ciudadanos en Cantabria no existe, nunca existió,  y los que están volverán a su profesión si la tenían y los que carecen de profesión utilizarán  las siglas como trampolín para cambiar de partido donde cobijarse.