Centro Medioambiental de la Lastra. Por Francisco Glez-RianchoColongues

Se van a cumplir cerca de veinte años, desde que se proyectó este Centro Medioambiental o Centro de Interpretación de la fauna en el Ebro. Veinte años de abandono en realidad de un proyecto que ideó el Gobierno de Cantabria siguiendo las directrices del despilfarro, de la mala gestión y de la escasa idea de proyección.

Este Centro de Interpretación, destinado a revitalizar el Pantano del Ebro y sus municipios, se inauguró en el 2.003 y se cerró definitivamente en el 2.005, después de haber destinado a sus instalaciones cerca de tres millones de euros, unas instalaciones en las que avanza el estado de ruina y que han sufrido el expolio de los dueños de lo ajeno. Allí hay unos seis o siete buenos edificios abandonados cuyo destino era la recepción de visitantes, telecentro y albergue. También hay un gran estanque y otras instalaciones, carreteras, etc…

Todo este montaje fue organizado por el Ejecutivo que gobernó entre 1.999 y 2.003, el siguiente Gobierno, de distinto signo, lo clausuró en la siguiente legislatura, dos años más tarde, en el 2.005. Resulta que para un partido político un proyecto es válido y para el siguiente no lo es, o sea que todo lo invertido se olvida, así que no es conveniente tener ninguna iniciativa, porque los siguientes te lo van a tumbar y abandonar.

Pero el despilfarro no acaba ahí. Para poder acceder a la Península de la Lastra, se construyó un moderno puente de 298 metros de largo por 8 de ancho, de doble vía de circulación con dos pasarelas peatonales de un metro, paralelo a otro antiguo que ya existía y que se dudaba de su estado. Se consideró mejor hacer uno nuevo que arreglar el existente, como tiene que ser.

Para ello se invirtieron cinco millones de euros que proporcionó el Gobierno de España a través del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, cinco millones, mas otros tantos del Centro de Interpretación, tirados al pantano.

Entre el Aeródromo de Valderredible, el Centro de Interpretación de la Lastra, el Puente de Orzales y algunas otras inversiones que todos conocemos, nos colocamos en los primeros puestos del despilfarro nacional.

La semana pasada estuve haciendo la ruta circular que bordea la península de la Lastra de unos 12 kilómetros, toda ella por la orilla del pantano y me pareció de una extraordinaria belleza, una ruta llana y fácil de andar en una zona que bien pudiera aprovecharse para lo que se ideó, para campamentos, centros de interpretación de la flora y fauna, rutas guiadas, etc…es una pena que no se aproveche lo que allí tenemos, una auténtica maravilla.

En la ruta y en la misma península nos encontramos con el Centro de Regulación de la Cuenca Alta del Rio Besaya, lugar muy interesante de conocer, desde donde se controla el nivel y el abastecimiento de agua a través del Besaya, entiendo.

Por lo menos los que lo construyeron, trabajaron y ganaron dinero, bueno como "algún otro".