Cantabria, líder mundial en la eliminación de la hepatitis C. Un ejemplo a seguir Javier Crespo. Médico
Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Hepatitis, una jornada dedicada a celebrar los logros alcanzados en los últimos años, especialmente en el tratamiento de la hepatitis C, y también, a resaltar las necesidades que aún persisten para lograr su control.
Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Hepatitis, una jornada dedicada a celebrar los logros alcanzados en los últimos años, especialmente en el tratamiento de la hepatitis C, y también, a resaltar las necesidades que aún persisten para lograr su control. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el ambicioso objetivo de eliminar el virus de la hepatitis C (VHC) como una amenaza para la salud pública para el año 2030, un objetivo posible debido a la revolución terapéutica que supuso el descubrimiento de los agentes antivirales directos, unos medicamentos que logran tasas de curación superiores al 95%, con tratamientos de breve duración y con mínimos efectos secundarios. España continúa siendo uno de los países mejor posicionados para lograr eliminar el VHC, acorde con los objetivos marcados por la OMS para 2030. Y nuestra querida comunidad, Cantabria, es probablemente la región más avanzada en la eliminación del VHC.
En efecto, disponemos de datos muy recientes (un estudio ya aceptado para su publicación) para creer que Cantabria conseguirá eliminar la hepatitis C en muy poco tiempo convirtiéndose en la primera región mundial en lograr este tiempo.
Durante los últimos meses, hemos tenido la oportunidad de analizar la prevalencia de la infección por el VHC en 29.746 voluntarios de la Cohorte Cantabria reclutados en el periodo comprendido entre abril del 2021 y septiembre del 2023 y los resultados han sido extraordinarios. Detectamos 298 personas que habían estado infectadas por el VHC en algún momento de su vida, de las cuales 130 consiguieron aclarar el virus de forma espontánea (gracias a sus propias defensas naturales) y 154 sujetos que ya han sido tratados y curados de esta enfermedad. Solo en 10 casos se demostró una infección activa y cuatro personas más están pendientes de resultados definitivos. Además, no se observó ninguna infección activa en las más de 3.000 mujeres embarazadas analizadas. Es decir, que, en este momento, en Cantabria, poco más de 3 ó 4 de cada 10.000 personas están infectadas por el VHC; y quizás, todavía más importante, se ha logrado una drástica reducción en los casos de cirrosis, cáncer de hígado y trasplante hepático en aquellos que alguna vez estuvieron infectados por el VHC. Un resultado absolutamente espectacular que sitúa a Cantabria muy cerca de los objetivos de eliminación del VHC establecidos por la OMS.
¿A qué se deben estos extraordinarios resultados? Sin duda, un hito de extraordinaria importancia lo constituyó el lanzamiento del plan estratégico de España para el manejo de la hepatitis C en el año 2015; un plan cuyo objetivo fue reducir la morbimortalidad de esta enfermedad proporcionando prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento para las personas con infección por VHC. Nuestros políticos comprendieron la necesidad y urgencia del tratamiento antiviral, y antes del plan nacional, Cantabria se convirtió en pionera al autorizar estos tratamientos en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, siendo el primer hospital español en hacerlo. Y este primer impulso político se siguió en marzo del año 2019, de la Estrategia para la Eliminación de la Hepatitis C en Cantabria. Un ambicioso plan auspiciado por el Servicio Cántabro de Salud dividido en dos programas, uno dirigido a la realización de una prueba frente al VHC a todos los residentes de Cantabria de entre 40 y 70 años y un segundo programa, denominado de micro-eliminación, para detectar la hepatitis C en aquellos colectivos más vulnerables.
https://www.scsalud.es/documents/2162705/2163013/Estrategia_eliminacion_Hepatitis_C.pdf/235888b7-589e-b41d-089c-e4ee0ff04d25
Estrategia que se ha actualizado en marzo del año 2023. Un segundo grupo de medidas que ha contribuido a este éxito han sido las múltiples acciones que tanto las asociaciones científicas como la sociedad civil y, especialmente las asociaciones de pacientes han logrado desarrollar. Este esfuerzo conjunto ha logrado romper múltiples barreras para superar la inequidad y el estigma que muchos de estos pacientes sufrían hace años. En tercer lugar, España se ha convertido en un gran laboratorio para poner en marcha múltiples experiencias de buena práctica clínica como el diagnóstico mediante pruebas descentralizadas (en el lugar que se encuentran los enfermos). Y de nuevo, Cantabria ha sido pionera en estas medidas, liderando algunas de las iniciativas más exitosas como el diagnóstico en un solo paso de la hepatitis C (es decir, diagnóstico con una sola extracción de sangre), el diagnóstico de todas las hepatitis virales en una sola extracción de sangre (diagnóstico integral de las hepatitis virales) o la participación en un programa que articula a los ayuntamientos y diferentes ONGs denominado Ciudades Libres de Hepatitis C #HepCityFree. Santander fue una de las primeras ciudades en participar en este programa en el que se llevan a cabo acciones dirigidas a personas vulnerables particularmente a personas sin hogar y usuarios de drogas. Y, en cuarto lugar, el fuerte compromiso con los programas de microeliminación.Entendemos como microeliminación los esfuerzos dirigidos a diagnosticar, tratar y curar el VHC en grupos de personas vulnerables con alta prevalencia de la infección por este virus. España es un referente a la hora de ensayar proyectos para conseguir la eliminación de la hepatitis C abordando las distintas problemáticas específicas de cada población; proyectos de microeliminación para personas que viven con la infección por el VIH, en centros para personas que se inyectan drogas o en personas con un trastorno mental grave. En Cantabria, en el año 2016, conseguimos diagnosticar y tratar a todos los pacientes con hepatitis C internados en la prisión del Dueso. Un hecho disruptivo, dado que conseguimos demostrar que la eliminación del VHC era posible en centros penitenciarios. Y durante el año 2018, se demostró que el tratamiento también era posible en personas condenadas a penas no privativas de libertad.
Pero no todo son buenas noticias. Hace dos meses, se ha suspendido el cribado de las hepatitis virales en las urgencias del HUMV a pesar de que sabemos que la prevalencia de infección activa es hasta tres veces superior en los usuarios de los servicios de urgencias que en población general.
Este hecho viene motivado por la atención a poblaciones vulnerables que, muchas veces, solo tienen contacto con el sistema sanitario en estos servicios de urgencias. De hecho, los datos del cribado de hepatitis virales que se ha efectuado durante más de 1 año en las urgencias del hospital Valdecilla avalan estos datos, observando una prevalencia de infección activa por VHC mucho más alta que la que observamos en la cohorte Cantabria. Además, no se ha conseguido efectuar un cribado universal de esta infección en todos los pacientes que ingresen en un hospital de Cantabria o se sometan a un procedimiento diagnóstico o terapéutico, Y finalmente, el objetivo ideal, que toda la población de más de 40 años tenga al menos una determinación de anticuerpos frente al VHC está lejos de ser una realidad.
La hepatitis C es ya, en este momento, una enfermedad rara en Cantabria, pero para acercarnos al objetivo final de Cantabria 0 Hepatitis C, necesitamos recuperar con urgencia el cribado de la hepatitis C en los servicios de urgencias de nuestro sistema sanitario, necesitamos el cribado de todos los pacientes que se sometan a un procedimiento diagnóstico y/o terapéutico invasivo. Necesitamos contar con la ayuda del Gobierno de Cantabria, en particular de la Consejería de Sanidad, para intensificar los programas de diagnóstico de la hepatitis C. Pero, además, necesitamos la ayuda de toda la sociedad civil, de cada individuo. Tu ayuda es fundamental y muy sencilla: hazte una prueba de hepatitis C al menos una vez en tu vida.
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