¡Apagón General! Por Pedro Arce

Las cuestiones de la energía se están poniendo más que crudas y en estos momentos bien pudiera suceder que debemos estar más preocupados por una más que posible escasez de fuentes energéticas, que por la subida de la energía. ¡Con este Gobierno mentiroso, puede suceder de todo!

Y esto no es ciencia-ficción, sino algo que pudiera llegar a suceder y tenemos indicios, como Austria que ya se está preparando y dando instrucciones a los austriacos ante la posibilidad de que esto ocurra; y en España ya tenemos un problema gordo de suministro de gas, por mucho que dos ministros ya hayan ido a Argelia a pedir árnica (promesas, que vaya Vd. a saber si se quedan en agua de borrajas). Por de pronto, el gaseoducto que atraviesa Marruecos y es el que nos suministraba la mayoría del gas argelino, ha sido cerrado. Y habrán visto que hace unos días aún se ha dinamitado la torre de refrigeración de una central térmica, que en una emergencia energética nos podría echar una mano, como ya están preparando en Alemania, por si vienen mal dadas.

Imaginemos (¿Ciencia-ficción?), que se nos corta la energía y este Gobierno no es capaz de controlar la situación y estamos durante varios días sin ningún tipo de energía: no tenemos luz eléctrica, no funciona el frigorífico ni los demás electrodomésticos de nuestra cocina, no funciona la TV, ni los teléfonos, ni internet y si acaso una radio si va a pilas y hemos hecho acopio de las mismas. Tampoco funcionará la calefacción, el ascensor, la luz de la escalera, ni la puerta del garaje; ni hay iluminación de las calles y pueblos, sumiéndonos por la noche en una oscuridad miedosa. No funcionarán las bombas que nos suministrarán el agua a nuestros grifos o a la cisterna? ¡Un caos!

Los trenes y el resto del transporte tampoco podrán funcionar y esperemos que los hospitales tengan en buena situación los generadores y lo mismo que los bomberos, policías y demás fuerzas de seguridad dispongan de reservas de combustible para poder operar, pues el comercio y la banca tendrán que echar la persiana y los robos y saqueos pueden ser una realidad.

Los más previsores habrán tomado algunas precauciones, como adquirir alimentos no perecederos y enlatados, así como agua embotellada, para poder seguir alimentándose en los días o semanas que pudiera durar esta emergencia nacional, que pudiera afectar a más de un país, pues las redes eléctricas están interconectadas. Es preciso tener algún sistema de iluminación y algo de energía, ya fueran pequeños grupos electrógenos y reserva de combustible para su racional funcionamiento, algún sistema de tipo camping-gas para poder calentar algún alimento, linternas u otros sistemas de iluminación, velas, etc.

Será bueno que el depósito o las baterías del coche estén llenos para hacer algún desplazamiento imprescindible; como el sistema sanitario estará prácticamente colapsado, será bueno tener un botiquín básico para una posible emergencia (alcohol, mercromina, apósitos, tijeras, pinzas, medicinas básicas, etc.).

No debe cundir el pánico, pero la experiencia de otros acontecimientos similares (Apagón de Nueva York), nos dice que la seguridad pudiera estar comprometida, con aumentos de robos y hasta de saqueos; los vehículos deben quedar a buen recaudo y las llaves en nuestro poder. Deberemos de proteger nuestras viviendas, bloquear accesos y hasta pudiera ser preciso unirnos con nuestros vecinos para autoprotegernos. Debemos tener a mano la ropa y calzado adecuados para una actuación de emergencia (botas, impermeable, paraguas, herramientas básicas, etc.).

El mundo educativo, laboral, económico y productivo se parará y, salvo los trabajadores de los servicios de emergencias, seguridad, etc. que puedan desplazarse a sus puestos de trabajo, los demás tendrán que permanecer en sus casas.

La situación se hará más complicada a medida que vayan pasando las horas, especialmente por la noche, pues nos podrá provocar inquietud, miedo, ansiedad y deberemos controlar nuestras decisiones, mantener la calma, actuar con tranquilidad, seguir las instrucciones de las autoridades si conseguimos tener algún canal de información, etc. Seguro que la policía nos aconsejaría cerrar nuestras puertas, no cobijar a ningún extraño y preventivamente no alardear de lo que tenemos o no tenemos, para no excitar la codicia de algún extraño.

Los más exagerados y previsores, tendrán preparada una situación de emergencia, al tipo de aventureros, con una mochila de supervivencia con elementos más necesarios en esta emergencia, como linterna, navaja, cinta adhesiva, cuerdas, algún alimento de emergencia, etc., pues a veces será preciso ayudar a los más necesitados, que pueden ser nuestros propios familiares.

Como se puede observar, somos más frágiles de lo que suponemos y lo hemos podido constatar no hace mucho con el Covid-19 y siempre habrá algún aprovechado, el Gobierno mismo, que nos utilizará para sus espureos fines. Y como de una situación así no estamos libres, conviene al menos pensar cómo podríamos actuar si hipotéticamente sucediera.

No se preocupen los lectores, pues todo el mundo piensa que ?el apagón es improbable?, pero si sucediera, tardaría semanas en recuperarse? Ha sido Austria quien ha puesto sobre la mesa esta posibilidad de un apagón y las dificultades para reactivar el servicio; en España se nos quiere decir que es ?improbable? e ?imposible? y los ciudadanos tienen la mosca detrás de la oreja, máxime con un Gobierno que no les merece ninguna credibilidad, pues dice la ministra Ribera que lo descarta "con rotundidad" ¿y?