El PP de Cantabria sigue en la derrota

Lo que tiene que hacer el PP de Cantabria lo saben todos, los que están dentro, los que están fuera y los que les votan. Ha terminado una etapa que quieren ampliar otros cuatro años a pesar de que han fracasado  a tenor de los resultados electorales, europeas y generales; militantes y no militantes quieren un cambio de caras, quiere un cambio de ideas y planteamientos, quieren una regeneración.

Hay que crear un PP del siglo XXI y que sepa responder ante los retos sin los tics, oscurantismos, recuerdos del pasado y timidez que a los actuales dirigentes les embarga.No se trata de edad biológica no, se trata de malos hábitos adquiridos que tienen que desaparecer. La actual clase dirigente del PP, casta según el coletas, tienen que dar, quieran o no quieran, un paso atrás o ponerse de lado. El PP es fundamental para Cantabria, pero así no.Lo que están haciendo los actuales dirigentes del PP es seguir el estilo "del gallego", dejar pasar, que amaine el temporal, vendaval que no acabará nunca con los planteamientos actuales. Estamos en tiempos de cambio, ir contracorriente es ahogarse como está ocurriendo.

Desde dentro del Partido Popular existen gentes, militantes con miedo a manifestarse, que no hablan y solo se manifiestan en los bares, en los pequeños corrillos. Sí se abrieran las puertas, vendiendo un partido democrático integral acudirían gente de buena fe con convencimiento e ideas para aportar pero nunca ciudadanos para claudicar y ser sumisos a una casta dirigente que se suceden unos a otros, de amigos y familia donde uno dice y los otros asienten. Hay que debatir ideas señores y ser más liberal.
Cantabria tiene que normalizar su política, desjudiciarla. Que cada uno aguante su vela y se responsabilice de su gestión pero sin el escudo de las siglas, porque los corruptos de todo tipo se apropian de ellas  cuando se va contra ellos, no contra el partido. Hay que mirar al presente y al futuro cercano que es el hoy

De su gestión, el PP ha dejado una gran rémora, dos temas muy graves que endeudan Cantabria: el teleférico de Cabarceno, un gran negocio para los concesionarios que no han puesto un euro y unos cañones de nieve que no van a ninguna parte en Alto Campo. Si a eso añadimos la desaparición de dinero público de Néstor Martín y otras “cosillas” más que ya hemos denunciado muchas veces, Cantabria está arruinada y enfangada de ilegalidades, de falta de responsabilidad y de muy mala gestión.Si lo ampliamos con la gestión de Mare, las basuras y -cosas ocultas- peor todavía. Pasar página con rapidez sería deseable pero, insistimos, que cada uno defienda su vela y no se escude en el partido ni éste defienda al indeseable o al mal gestor... Y para pasar página entre otros casos se debe normalizar la caza de brujas al contrario como fue -el caso Marcano y Agudo-, tiene que acabar ya. Ahora irán al Congreso y al Senado los mismos diputados que ya -designaron a dedo en el 20D-.

La cúpula dirigente del Santemar tiene la oportunidad de abrir   un debate democrático entre los militantes y la sociedad en general para que determine quienes pueden ser los mejores candidatos del Partido Popular al Congreso y al Senado. Todo menos dar la callada y hacer ver que todo sigue igual e ir directos al precipicio electoral cuyo resultado ya se intuye cuál va a ser,-menos votos y más abstención-.Que ganen unos o pierdan otros es lo de menos, siempre ganan los de siempre y pierden los ciudadanos. Queremos un PP fuerte, con peso en la comunidad y que represente a la ciudadanía, no a ellos mismos.