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Naturaleza Cantabria 26-05-2020 13:30

Rutas senderistas en las dunas de Liencres para contemplar orquídeas silvestres

Una veintena de especies de orquídeas silvestres florece cada año, entre los meses de febrero y agosto, en el Parque Natural de las Dunas Liencres, en el municipio de Piélagos.

   Se trata de "uno de los muchos atractivos, quizá el menos conocido", de un entorno protegido que, en la mayoría de los casos, se asocia con sus dos playas -Canallave y Valdearenas-; con la práctica del surf; con los paseos en bicicleta o a caballo e, incluso, con excursiones infantiles por sus característicos pinares.

   Precisamente, dar a conocer la flora específica de un terreno "hostil y cambiante" como es el Parque Natural de Liencres, no sólo de su sistema dunar sino también del pinar plantado en 1949 para fijar y estabilizar la arena de este ecosistema costero, es el objetivo de una de las actividades organizadas por la empresa de turismo de la naturaleza Cantabria Experiencial.

   Jon Palazuelos, su gerente, explica en un comunicado difundido por el Consistorio que la idea de esta propuesta de "senderismo interpretado" es que cualquier persona tenga la posibilidad de conocer "uno de los puntos más calientes en Cantabria a nivel de especies de orquídeas silvestres", como es Liencres.

   En total, hay unas 20 especies que, durante el año, desde febrero hasta finales de agosto, van floreciendo en todo el parque, también en el pinar hasta el arroyo.

   Entre las orquídeas silvestres más representativas en el Parque Natural se encuentran especies como Ophrys apifera, Serapias cordigera, Serapias parviflora, Dactylorhiza elata, Platanthera bifolia, Limodorum abortivum o Cephalanthera longifolia.

   También, la Epipactis phyllanthes que, en España, sólo puede encontrarse en Liencres y Górliz, en Vizcaya, mientras que, fuera de nuestras fronteras, es habitual en los pinares de las Landas, en Francia, e incluso, en Dinamarca.

   A lo largo de un recorrido que no excede de 4 kilómetros, que parte de la franja dunar y que posteriormente se adentra en el pinar, los participantes pueden descubrir singularidades de este ecosistema costero, donde se encuentran plantas adaptadas a "un terreno cambiante, con pocos nutrientes y poca retención de agua" como el clavel silvestre o el cardo marítimo.

   Además, conocerán la relación estrecha de las orquídeas silvestres con los hongos a lo largo de su vida, un hecho que "hace posible que florezcan en ambientes donde otras flores, de similares características, lo tendrían más complicado".

  

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