La población de urogallo cantábrico asciende a 209 ejemplares en 2024, un 8 por ciento más que hace cinco años
El 67 por ciento de los ejemplares individualizados genéticamente se encuentra en la provincia de León

El Grupo de Trabajo creado tras la declaración 'en situación crítica' de la población cantábrica de urogallo 'Tetrao urogallus' ha finalizado los trabajos de estima del número de individuos totales presentes en la Cordillera Cantábrica en 2024. El resultado es de 209 urogallos distintos, lo que supone un aumento del 8 por ciento respecto a los 191 estimados durante el anterior muestreo completo de 2019.
De esos 209, el 56% son machos (117) y el 44% hembras (92). En el censo anterior, la desviación de la razón de sexos hacia los machos fue más acusada (31,5% hembras y 68,5% machos) mientras que en esta estima poblacional de 2024 la detección de hembras ha sido superior.
Sobre la base del número de ejemplares individualizados genéticamente, el 67% de la población habita las comarcas leonesas de Alto Sil, Laciana y Omaña principalmente, con ejemplares dispersos presentes en Ancares y El Bierzo. El 33% se distribuye por el Principado de Asturias en los concejos de Degaña, Cangas de Narcea e Ibias.
La estima poblacional de urogallo cantábrico ha sido promovida por el Grupo de Trabajo dependiente del Comité de Flora y Fauna. Está conformado por representantes de las comunidades autónomas con presencia actual o reciente de urogallo (Castilla y León, Principado de Asturias y Cantabria) y coordinado por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Cuenta con el apoyo de asesores externos especialistas en la conservación de la especie, del ámbito científico, sociedades conservacionistas y consultores expertos.
Para la realización de los trabajos se ha contado con el asesoramiento y la colaboración de dos instituciones científicas públicas de referencia a nivel mundial. El primero es el CIBIO -Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos, con sede en Oporto, Portugal-, que ha desarrollado las técnicas de identificación genética de muestras no invasivas (excrementos) conducente a la individualización de urogallos. El segundo es el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del CSIC, que ha diseñado la metodología de muestreo, formado los técnicos de campo y realizado los análisis estadísticos para la estima del tamaño poblacional del urogallo cantábrico a partir de la información de genotipos identificados.
Los trabajos de campo fueron desarrollados entre los meses de abril a junio de 2024 por personal de las comunidades autónomas y el MITECO. Se muestrearon 320 unidades o parcelas, 177 en Asturias y 143 en León, de una superficie aproximada de 17.5 hectáreas cada una de ellas. La longitud total de los transectos recorridos en áreas críticas para la localización de excrementos de urogallo fue de 1.185 kilómetros.
Se recogieron 959 muestras totales que se almacenaron e identificaron posteriormente para su análisis genético, 719 en Castilla y León y 240 en Asturias. Del total de muestras analizadas, 393 fueron genotipadas y asignadas a 106 urogallos distintos. La estima, basada en modelos de captura-recaptura, dio como resultado 209 urogallos, con un intervalo de confianza del 95% de 171-251 aves, de las cuales 117 (56%) son machos y 92 (44%) hembras
ESFUERZO SOSTENIDO A LARGO PLAZO
Los resultados de la estima poblacional de 2024 evidencian que aún queda un largo y complejo camino por recorrer para lograr alejar al urogallo del riesgo de extinción. Son apenas dos centenares de individuos los que sobreviven en las montañas cantábricas.
Se trata de la segunda estima poblacional completa que se realiza para la población cantábrica tras su declaración 'en situación crítica' en 2018, por lo que resulta prematuro extraer conclusiones sobre la tendencia de la población en base a dos datos de estima poblacional con la misma metodología, así como sobre la repercusión de las medidas de conservación ejecutadas hasta la fecha.
No obstante, los resultados de 2024 son los primeros en la totalidad de la serie histórica de datos poblacionales en los que se comprueba una detención del declive de la especie. Incluso, se puede concluir un ligero aumento de la población fundamentado en los análisis estadísticos realizados que indican, con un 75% de probabilidad, que la población de 2024 es mayor que la de 2019.
La mayor proporción relativa de hembras obtenidas en este censo también resulta positiva. Las hembras de urogallo son el grupo de población clave a favorecer a través las medidas de conservación en marcha, debido al papel ecológico y demográfico que tienen, en una especie poligínica como es el urogallo. Las hembras asumen la mayor parte de la inversión en reproducción y crianza de pollos y sufren mayores tasas de mortalidad natural, por lo que su protección y promoción resulta esencial para incrementar los valores de éxito reproductivo.
Los resultados de 2024 animan a continuar los importantes esfuerzos de conservación que se desarrollan desde 2018. Se prevé acometer una nueva estima en un plazo temporal más corto, probablemente en 2027, para poder disponer de información actualizada con mayor frecuencia.
Las tareas de seguimiento poblacional en marcha que se realizan anualmente, como los parámetros de censos al canto y productividad, coinciden con la tendencia de la estima poblacional, e incluyen también el conocimiento de otros aspectos demográficos esenciales para la adopción de medidas de gestión adaptativas.
Se está evaluando el éxito reproductivo anualmente a través de la realización de batidas de censo estivales que para el período 2018-2024 ha resultado en un promedio de 1,14 pollos/hembra para una muestra total de 129 hembras de urogallo controladas. También se dispone de un creciente conocimiento de los factores de mortalidad de urogallo, evidenciándose que de los 17 ejemplares hallados muertos desde 2018, 13 lo fueron por depredación, uno murió por colisión y para tres se desconocen las causas.
La evaluación de las tasas de supervivencia individual de urogallos, el uso del espacio, la selección de recursos tróficos y el reconocimiento de los patrones comportamentales de las hembras entre distintos períodos del año también están siendo conocidos gracias al radiomarcaje con emisores de radiofrecuencia de más de 50 urogallos en los últimos 10 años en la Cordillera Cantábrica.
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