Moldavia pone fin al estado de emergencia por la crisis del gas en Transnistria y afirma que existen garantías
Las autoridades de Moldavia han puesto fin este jueves al estado de emergencia adoptado el pasado mes de diciembre por el Parlamento del país para hacer frente a la grave crisis energética en la región separatista de Transnistria, fronteriza con Ucrania, y han afirmado que ya existen garantías de suministro de gas natural a la zona.
El primer ministro del país, Dorin Recean, ha indicado en un comunicado que la situación del sector energético "no merece una extensión" del estado de emergencia dado que "se han creado las condiciones propicias para el suministro de gas natural a Transnistria sin la necesidad de alargar el estado de emergencia".
"Esta medida fue necesaria para poder comprar gas y electricidad en condiciones cuando Rusia dejó de suministrarlo a Transnistria", ha dicho antes de afirmar que se ha aprobado destinar al fondo de compensación una partida de 1.200 millones de leus (unos 65 millones de euros) obtenida gracias a la ayuda de varios países socios. "Eso permitirá a Moldavia recuperarse del aumento de las tarifas", ha añadido.
En este sentido, ha aclarado que los ciudadanos incluidos en el programa de compensación del Gobierno recibirán una cuantía de entre 500 y 1.400 leus (entre 25 y 71 euros) durante el invierno para costear el precio de la calefacción, unas ayudas que se extenderán hasta el próximo mes de marzo.
Asimismo, el Gobierno ha anunciado la transferencia de unos 30 millones de euros procedentes de la Unión Europea a la empresa estatal moldava Energocom, encargada de hacerse con el gas necesario para suministrar electricidad.
La región de Transnistria, sin embargo, sigue contando con un estado de emergencia que fue extendido a principios de febrero durante al menos un mes más para hacer frente a la crisis del gas.
A finales de diciembre, la compañía energética rusa Gazprom anunció que a partir del 1 de enero dejaría de suministrar gas a Moldavia debido a que la empresa gasística Moldovagaz acumulaba una deuda millonaria, la cual Chisináu niega. Por su parte, Kiev se negó a prorrogar el acuerdo sobre el tránsito de gas ruso a Europa a través de su territorio, pero ofreció la entrega de carbón para compensar el déficit.
Desde entonces, la Central Hidroeléctrica Moldava, situada en Transnistria, empezó a utilizar carbón para generar energía, lo que ha llevado a la región a programar una serie de apagones en diferentes zonas para garantizar los suministros.
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