¡Vaya una España que nos espera con esta Ley….!

Desde luego, Europa está perpleja; en Hispanoamérica no se lo creen; y el resto del Mundo, nos toma a chifla. Estos días los embajadores en España están enviando informes a sus Gobiernos, que les obligará a leerlo dos veces y algunos tendrán que llamarles para que se lo expliquen…

Y es que este Gobierno de Pedro Sánchez, con el empuje de Pablo Iglesias y aquellos partidos que pretenden destruir España, han aprobado una Ley de Educación que es un despropósito y será objeto de estudio en las universidades de todo el mundo, con incredulidad y perplejidad.

¿O estoy exagerando?

Voy a ser breve y fijarme en algunas cuestiones principales, porque no hay por dónde cogerla. De entrada, el español o castellano no será la lengua “vehicular”, tal como expresa la Constitución (Art. 3.1) y quizás sea recurrida al Tribunal Constitucional, quien sentará doctrina dentro de bastantes años, pues tienen mucho trabajo sus señorías. Y esto se ha hecho así para potenciar las lenguas de algunas comunidades autónomas, que solo buscan separarse de España. No sé lo que dirán los países donde se estudia español, la RAE, las demás academias de los países que tienen el español como lengua oficial. ¿Vds. se imaginan un país, como Francia, EE. UU. o Gran Bretaña, donde se multe por rotular en su idioma? Pues eso pasa en España, lo que es una locura. Como dice Vargas Llosa, “la supresión del castellano es una idiotez sin límites” y han salido intelectuales de altura y prestigio a decirnos que es un despropósito y una atrocidad que la lengua oficial no sea lengua vehicular, la lengua común de todos, pues es “un genocidio cultural” (Jon Juaristi), “una canallada inmensa” (Fernando Savater), pues “privar a miles de conciudadanos de estudiar en su lengua materna es una profunda injusticia social” (Ernesto Caballero).

Eta Ley es un claro ataque a la educación concertada, eliminando la libertad de los padres para elegir la educación que quieren para sus hijos y un claro acercamiento a la filosofía del totalitarismo, que es el camino por donde estamos transitando. Esta nueva ley quiere amordazar a los alumnos y sus familias que han elegido un centro concertado, como si esos ciudadanos no pagasen impuestos, pues entiendo que ambas redes deben coexistir y que los padres sean libres para optar por el tipo de enseñanza que quieran para sus hijos. Y que también puedan elegir la religión que quieran, de acuerdo a sus convicciones, pero es un nuevo y claro ataque a la enseñanza de la religión católica, que será optativa y no computará para la nota media; pero no se preocupen, pues habrá educación sexual desde los seis años, no sé si teórica o práctica.

Propugna la Ley que todos los alumnos discapacitados se integren en las clases ordinarias, donde probablemente no podrán progresar adecuadamente y quedarán marginados, pero eso les trae al pairo a nuestros actuales gobernantes; por supuesto, la educación diferenciada, abolida totalmente.

Es una ley nefasta y hará mucho daño a los escolares españoles, algo que comprobaremos dentro de unos años, cuando estos gobernantes que nos hemos dado ya estén disfrutando de sus buenas jubilaciones. Tan nefasta que ya no es necesario aprobar para pasar de curso, lo cual consideran normal, pues ya no habrá fracaso escolar, ya que se pasará de curso suspendiendo y así conseguiremos tener alumnos desmotivados, sin ningún tipo de esfuerzo ni dedicación y a ver quién les obliga a estudiar. ¿Los profesores?; ¿Los padres?, Ja, jaaaa… (¿Celaá?).

El PSOE ya hizo un daño inconmensurable con la LOGSE al sistema educativo español y esto es la puntilla para conseguir estudiantes simianalfabetos, dóciles y bien adoctrinados, que configuren una sociedad mediocre y escasamente creativa y productiva, precisamente en unos tiempos en que la competitividad va a ser brutal.

Y para que se cumpla esta ideologización totalitaria, en algunas comunidades autónomas, como es el caso de La Rioja, con gobierno de izquierdas, envía a los inspectores de educación a ver si están “conspirando” contra esta Ley y, en el futuro, éstos no serán seleccionados en concurso público de méritos, sino por la afinidad ideológica, lo cual es una barbaridad, ya que los convertirá en comisarios políticos.

La educación se ha convertido en un arma ideológica de adoctrinamiento, que tendrá el futuro que quieran los españoles en las próximas elecciones, que espero se celebren, aunque no estoy muy seguro de ello. El propio Pablo Casado ha afirmado que “la Ley Celaá durará lo que tardemos en llegar al Gobierno” y algunas Comunidades Autónomas gobernadas por el PP tratarán de aminorar su impacto negativo.

¿Dónde están los socialistas razonables? ¿Qué dice la UGT y CC.OO.? ¿Y los demás sindicatos?

Desde luego el PSOE (Con Podemos, nacionalistas, separatistas y filoetarras) no ha tenido ningún interés en escuchar ni consensuar con el mundo sindical, los padres, los expertos y menos a la oposición para hacer “su Ley”, la peor con creces de toda la democracia, pues esta Ley pasará a la historia como el mayor despropósito educativo de los últimos siglos y la ministra Celaá como una sectaria ideológica de tomo y lomo.

Y, finalmente, me entristeció y preocupó tremendamente la imagen esperpéntica que ha dado el Congreso de los Diputados en la aprobación de esta Ley, con la mitad de los diputados pidiendo: “Libertad!, ¡Libertad!, y la otra mitad, más uno, aplaudiendo a rabiar el resultado de la votación. ¡Las dos Españas! Porque quizás esto de la “Libertad” es lo que estamos perdiendo desde que Sánchez está en el poder.