La casa de tócame Roque….

    Tras una primavera de infarto y de la peor gestión del Mundo, que ha dejado a muchos españoles “tocados”, el Gobierno se va de vacaciones en este verano de incertidumbre. Y aún llega el presidente Sánchez diciéndonos que ha tenido que acortar tres días sus merecidas vacaciones para volvernos a marear con el ¡Aló, Presidente!, donde lo más importante que ha dicho, ya tantas veces repetido, es que hay que lavarse bien las manos ¡Él sí que se lava las manos, como Pilatos! Hasta presidentes autonómicos socialistas han criticado su actitud de dejadez y desprecio a todos los españoles.

     ¡Ah! También nos ha dicho que cada Comunidad Autónoma se arregle como pueda; pues lo más que han hecho ellos es ofrecer a los militares como rastreadores y la posibilidad de que, quien lo desee, pueda declarar el “Estado de Alarma” en toda o parte de su territorio.

¡Así que muchos españoles estamos alarmados, cuando observamos un repunte de contagios y un Gobierno que ha abandonado el puente de mando!

     Y también nos enteramos de una de las muchas trifulcas que se han dado en el seno del Consejo de Ministros, donde Pablo Iglesias ha abroncado a Isabel Celaá por su falta de liderazgo, aunque él no se ha preocupado lo más mínimo por las residencias de mayores donde se ha sufrido la mayor catástrofe que haya podido suceder desde la Guerra Civil (por cierto, esta información la filtró él mismo aún durante el Consejo de Ministros, cuyas deliberaciones son secretas, para presionar a Pedro Sánchez y que saliera en su defensa judicial).

     La “Sectorial de Educación”, esa reunión del Gobierno con los consejeros de Educación con la ministra, a la que acostumbran no asistir los de Cataluña y País Vasco, pondrá en evidencia que, a pocos días del inicio del curso, cada Comunidad Autónoma se ha buscado la vida y ha hecho de su capa un sayo, de tal manera que las normas y directrices cambian, ya sean los alumnos por aula, los días de inicio del curso, la dinámica de las clases y demás actividades del centro, etc., convirtiendo el ámbito escolar en el “patio de Monipodio”, que deja sorprendidos, preocupados, hastiados y desorientados a los padres, máxime cuando desde el propio Ministerio de Educación nos machacan con la obligatoriedad de la asistencia a clase, amenazando con sanciones absurdas.

Los padres y toda la sociedad nos preguntamos: ¿Debo llevar a mi hijo al colegio si existe un evidente riesgo sanitario?

     Porque el mundo del fútbol ya tiene normas claras que está aplicando, en la calle hay que llevar mascarilla (bueno, un juez de Madrid dice que no), se suspende el ocio nocturno, no podrá haber reuniones de más de 10 personas (esto depende de cada Comunidad Autónoma), deberá establecerse una distancia social, etc., etc., etc. ¡Pero debemos de meter a 25 alumnos en un aula! Y ya me dirán si se reúnen 10 o más en la entrada, salida, recreo, etc.

    Cualquier lector tendrá estas y muchas más preocupaciones, porque nuestro país se ha convertido en “la casa de tócame Roque”, con un presidente huido y delirante y unos ministros incapaces de hacer algo positivo.