El verdadero rostro de Sánchez y ZP

Muchos españoles están comenzando a escandalizarse por las últimas trapisondas de los dos últimos presidentes socialistas de España, que tienen absolutamente confundido y asustando al propio Felipe González. Yo he de confesar que ya estoy curado de espantos y así lo he ido pregonando en múltiples artículos.

Como los españoles somos tan olvidadizos, y solemos olvidarnos enseguida de las trapisondas de estos dos personajes y este Gobierno nos ofrece todos los días un escandalazo tras otro, y unos van tapando al anterior, táctica goebbeliana ya muy vieja que hasta la usaba el monje Rasputin.

Los dos últimos escándalos se han dado con Zapatero, quien ya se ha quitado la careta, para blanquear las inmundas dictaduras hispanoamericanas, especialmente la de Maduro en Venezuela, a donde ha viajado decenas de veces, quizás ocultando que tenga negocios e intereses inconfesables. La última guinda, es su presencia en México donde ha apoyado claramente al grupo de Puebla (Venezuela, Cuba, Nicaragua,?), junto con Monedero, quien también gusta de cobrar mordidas de las dictaduras de esa parte del orbe.

Lo de Pedro Sánchez ya es pura paranoia, pero seguro que le saca tajada, aunque solo sea utilizar los bienes del estado para su familia y amigos, como el uso del Falcón o las residencias oficiales. Todos sabemos, salvo los ciegos sordos y mudos, que en la pandemia sanitaria nos ha engañado hasta la saciedad, primero ocultándola para que pasase el 8 M, donde iba a celebrarse una manifestación con la presencia hasta de su propia pareja, y muchos de cuyos participantes se contagiaron. Y así llegó la primera ola y se llevó por delante miles de víctimas inocentes, cuyas familias harían muy bien en llevarles a los tribunales por genocidas e irresponsables.

Tampoco saque pecho la Yolanda, pues ya en enero de 2020 un responsable de riesgos de la Policía, hizo un informe avisando de la gravedad de la situación que se cernía sobre España y las soluciones a adoptar; consiguió que le echaran, que es la táctica estalinista de este Gobierno y el responsable directo era un tal Marlasca, que nos ha dado muestras suficientes de su calaña sectaria y rencorosa.

Después de los primeros avisos, los engaños fueron continuos, con aquella comisión sanitaria que nunca existió, con el negocio de las mascarillas y respiradores que Illa se montó, con las relaciones con las Comunidades Autónomas a las que ha ninguneado, con el reparto de las vacunas, los informes secretos que se niega a dar y con tantos temas que es una auténtica vergüenza, como llegar hasta el control de nuestras comunicaciones, como bien dijera públicamente aquel general de la Guardia Civil que en las primeras semanas nos aleccionaba en nombre del Gobierno.

Y ahora la todopoderosa vicepresidenta, Yolanda Díaz, nos ha descubierto que ya ella avisó, aunque no la hicieron caso: ¿Y por qué no dimitió? Porque ahora, a buenas horas mangas verdes, salvo que lo pretenda utilizar contra la parte socialista del Gobierno en la campaña política que ha emprendido.

Dada la gravedad del asunto, supongo que la Fiscalía intervenga en este tema. ¿O está sometida al Gobierno como en los regímenes dictatoriales? Y entonces habrá que recurrir a otras instancias y quizás haya que llevar al Presidente y a todo el Gobierno a la Corte Penal Internacional, quien con el principio de complementariedad deberá juzgarles pues tienen secuestrados a los órganos judiciales de España. Y no sería la primera vez que algo parecido sucede.

En esta guerra de guerrillas que se ha organizado entre los miembros del Gobierno de España, buscando cada cual la mierda de los demás para airarla o taparla, según convenga, nos encontramos con el Gobierno más ineficaz y corrupto del mundo.

De las declaraciones de Yolanda Díaz se deduce que Pedro Sánchez autorizó una conducta criminal el 8 M, por sectarismo ideológico, lo que aumentó el número de muertos que se produjeron en España y después trataron de ocultarlos. Como dice un conocido periodista, Sánchez y sus compinches lo sabían, mintieron y deben ir por ello a la cárcel.

El problema de España y los españoles son estos gobernantes, aún más peligrosos que el Covid, de forma especial su presidente.

Y para despistar, sucede que Pedro Sánchez se arropa con los independentistas, bilduetarras y demás partidos que odian a España, a los españoles y desearían destruir lo que con tanto esfuerzo construimos con la Constitución de 1978; mientras actúa así, se dedica a insultar y vilipendiar al PP y Vox, que son partidos que propugnan la unión de España, defienden su unidad, bandera y leyes. Como dice Inocencio Arias, con tal de mantenerse en el poder, Sánchez pactaría con Bin Laden.

Y ya lo dice claramente Ayuso: La libertad está en juego. Nos estamos jugando nuestro futuro y el de nuestros hijos?