El inaudito caso eléctrico….

La truculenta historia comienza el 25 de febrero de este año, cuando su vecino recibe una oferta de la compañía Edp en el Carrefour de Peñacastillo y accede a cambiarse de compañía, que era la de Viesgo, lo que sucede el 7 de marzo siguiente.

Mi amigo recibe una llamada de Viesgo preguntándole la causa de su baja en Viesgo, lo que le produce una sorpresa mayúscula y tras una pequeña investigación, se entera de que es Edp la compañía que al hacer la baja a su vecino en Viesgo, le da de baja a él, al confundir la “Cups”, que viene a ser para los profanos como la matrícula o el dni del contador y que es único a intransferible.

Mi amigo insiste en Viesgo de que él no ha realizado ninguna gestión, que no se quiere cambiar de suministrador eléctrico e, incluso, hace una nueva alta en Viesgo por teléfono, pues ha descubierto el error que se ha producido con el cambio de suministrador de su vecino.

(Lo que parece que había sucedido es que su vecino hizo el cambio de compañía y confundieron la “Cups” y ello ha entrado en un “bucle burocrático”, que no es capaz de superarlo ni Larra ni Kafka).

Incluso el 8 de marzo se presenta en las oficinas que Viesgo tiene en el Paseo de Pereda, donde le derivan a Edp, que está en la Cuesta del Gas, donde se presenta con la factura y con su número de “Cups”, donde le abren un expediente, al estilo de los que Larra describía en el siglo XIX, en vez de rectificar el error que ellos mismos habían cometido (E incluso pedir disculpas).

¡Incluso su vecino, para no perjudicarle, realiza gestiones en las propias oficinas y llega a solicitar la baja como cliente, al ver la inoperancia mostrada por la compañía y la situación kafkiana de su vecino, mi amigo!...

No se lo creerán: ¡El 10 de marzo le cortan la energía eléctrica con el pretexto de la falta de pago y aún sigue sin energía!, con la cuantiosa pérdida de los alimentos existentes en el frigorífico y congelador, la imposibilidad de que funcione la alarma, ni las persianas que son eléctricas, ni pueda accionar la puerta del garaje donde continúa su coche atrapado,…

Ha realizado gestiones a todos los niveles –Industria, Viesgo, Edp, Consumidores, etc.-, tanto él como su vecino, algunos familiares y amigos para buscar una solución temporal al objeto de suministrarle energía mientras se soluciona el embrollo que él no ha generado y que, comprobado el error, debiera ser corregido de inmediato por la(s) propia(s) compañía(s) que han cometido el desaguisado…

Incluso podría extenderme en muchas más gestiones que ha realizado, ¡hasta la extenuación, les aseguro!, pero sería aburrir al lector, muchos de los cuales quizás ya han tenido experiencias negativas con las eléctricas, los operadores telefónicos, algunos “vendedores” de humo, etc.

Muchos ciudadanos pensamos que no se puede cortar un suministro básico en ninguna de las situaciones, antes de analizar las mismas y en este caso, mi amigo de Herrera de Camargo, se ha visto envuelto en la maraña burocrática, en la dejadez y en la chapuza de una compañía eléctrica que cree estar por encima del bien y del mal y que puede avasallar y pisotear los derechos de cualquier ciudadano honrado como aseguro que es mi amigo (cuyos datos personales me guardo, para no crearle más problemas de imagen).

Y como es buena persona, él sólo quiere que le restablezcan el suministro eléctrico, acorde con el contrato que tiene en vigor; y yo añadiría que deberá exigir los daños y perjuicios ocasionados, tanto físicos como morales, pues está pasando por un auténtico calvario que yo no se lo desearía ni al máximo responsable de la(s) compañía(s) eléctrica(s) causante(s) de este enorme desaguisado.