Los políticos cántabros de picos pardos en Bruselas (¿?) Por Carlos Magdalena

El año pasado el presidente Revilla inició esta senda (que no de los elefantes), y ahora los políticos cántabros vuelven a ir a Bruselas para hablar con algunos diputados del Parlamento Europeo que pasen en ese momento por allí.

¿Que a qué van ?, pues no se sabe muy bien porque en nuestra opinión confunden el viaje, podían haber ido a la Moncloa y ponerse delante del edificio presidencial con unas pancartas pidiendo a Sánchez el tren a Bilbao, el AVE, La Pasiega, la financiación íntegra del MUPAC y tantas y tantas materias pendientes que tiene Cantabria, en definitiva  la inveterada  deuda histórica.

Lo único cierto es que estos políticos no se atreven por unas u otras circunstancias a hablar claro a los ciudadanos y piensan que los ciudadanos son tontos porque este viaje no va a resolver nada, el bacalao ya esta vendido. En Europa, en los Organismos Europeos, existe seriedad rigor y profesionalidad y no se cambian unas leyes un día y se ponen otras como ocurre en esta paradójica  España que estando uno en el poder cambia las leyes  por el articulo 33 para contentar a los socios para que le den votos para seguir en el Gobierno y todos tan contentos. Lo de España en la actualidad no es una democracia cautiva es una contra democracia más parecido a una democracia bananera.
En España existe inseguridad jurídica pero en Europa se cumple la ley un día sí y otro también y no se cambia al gusto de un grupo de políticos que van de pataleta a protestar, a pedir hay que ir siguiendo unos trámites y procedimientos previos a la adjudicación que sea y no dormirse en los laureles para después lamentarse de lo que no recibimos que es lo que habitualmente nos ha sucedido a lo largo de los años, muchos años?

Si estamos fuera del corredor ferroviario, del Corredor del  Atlántico o como quieran ustedes decir es por culpa de nuestros políticos que no saben estar al loro, que no nos vengan ahora con cuentos y monsergas de hacer viajecitos a Bruselas y hacerse unas fotos paseando por la ciudad a hacer el juego de la pataleta, ya no somos niños. Con todo respeto este viaje me recuerda a las películas de Paco Martínez Soria y sus idas y venidas del pueblo a Madrid, a la gran ciudad donde le quedaba grande. El Corredor del Atlántico se hubiese conseguido años A si nuestros políticos hubiesen estado al loro, trabajasen, olvidasen sus rencillas desde el primer día, se unieran y juntaran fuerzas e ideas para lo importante de su Comunidad y no ahora montarse una fiesta de viaje a Bruselas para hacerse unas fotos o mejor hacer el paripé, eso más bien cabrea al personal o al menos al ciudadano con dos dedos de frente.

El tren a Bilbao  podría estar funcionando si Cantabria tuviese una entente con el País Vasco que no se tiene y no se ha tenido tiempo atrás porque estos macro proyectos hay que gestarlos con tiempo y no de un día para otro, y cuando se reúnen el lehendakari y el presidente Revilla lo es de Pascuas a Ramos, es como un milagro, una anécdota  cuando tenían que tener reuniones periódicas porque media ciudadanía vasca tiene propiedades y veranea en nuestras playas y porque las comunidades limítrofes tienen que colaborar si o sí. Este tren que tenemos es el mismo tren en el que yo iba a Barcelona hace cincuenta  años a estudiar. No sabemos aprovechar nada o más bien nuestros políticos no saben aprovechar nada. Y viajar a Bruselas muy bien pero tenía que viajar con su dinero, hay  que trabajar con el PNV y con Moncloa y no ir a pasar  el dia  a Bruselas para que les reciban los mismos que no les reciben en España.

También ocurre con la financiación de La Pasiega que precisa unión y apoyo de todos, ¿dónde están sindicatos y CEOE? Y esa unión se demuestra viajando a Madrid y a la Moncloa, ¡no se atreven por intereses partidistas!

Y así podríamos seguir y no acabaríamos, ese viaje no demuestra ninguna unión porque una vez que vuelvan otra vez estarán a palos y no llegaran a ningún acuerdo de los que  de verdad interesa a los ciudadanos de Cantabria. Estos políticos franquiciados de Madrid dependen de sus partidos políticos de la capital luego todo es un perfecto cuento o montaje. Cantabria necesita un partido de Cantabria fuerte, inclusivo y que defienda nuestros intereses en Madrid y en Bruselas o donde haga falta pero todos los días no un día al año y caiga quien caiga.