La vídeoconsulta sanitaria. Carlos Magdalena
La verdad es que cuando acudes a Valdecilla a las diferentes salas de espera y las ves rebosando entiendo que además de facultativos lo que se precisa es más racionalidad en la asistencia.
La verdad es que cuando acudes a Valdecilla a las diferentes salas de espera y las ves rebosando entiendo que además de facultativos lo que se precisa es más racionalidad en la asistencia. Se habló mucho en su día de la videoconsulta sanitaria sustitutiva de la telefónica, pero parece que no ha avanzado o no ha calado y procede retomar este apoyo a la sanidad y a la asistencia presencial.
Es cierto que en algunos casos el médico practica lo que se llama la exploración del enfermo, pero las más de las ocasiones eso no es así y es ahí donde tiene que entrar la videollamada. Nosotros no queremos aportar un problema más a la sanidad cántabra sino al contrario, soluciones para evitar ese amontonamiento de pacientes en las salas de espera. Este sistema sería desde luego pactado entre el médico y el paciente, y más cuando se trata de pacientes crónicos, habituales que lo que precisan muchas veces es la tranquilidad que les da hablar con el galeno. Muchas consultas de estos pacientes son para decir resultados de pruebas que se les hace periódicamente, analíticas etcétera.
La operatividad sería sencilla. Sería cuestión, de en primer lugar, que el paciente lo pidiese a motu propio o a instancia del doctor, y en segundo lugar la periodicidad sería igual que en la actualidad con cita pactada en una fecha y hora determinada.
Los tiempos cambian y la comunicación avanza gracias a los medios que tenemos a nuestro alcance por lo que procede hacer esa comunicación más fluida y cómoda muchas veces para el paciente. Lo que no podemos hacer es pararnos en el ayer cuando se pueden hacer pequeñas mejoras que producen beneficio a la asistencia, al paciente y al facultativo. Por lo menos intentarlo esperando resultados.
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