Iglesias, el del moño, traga 

Hay  que pagar el casoplón de Galapagar, hay que pagar el colegio de los niños, hay que pagar el nuevo estatus social en el que se mueve, y dos sueldos de la categoría que cobran de los españoles no es moco de pavo. 
 

Sánchez obedece a Bruselas como no puede ser de otra manera, y dice que las pensiones tendrán que sumar más años de trabajo para obtener una miseria de pensión. Sánchez lo hará, iglesias se lo piensa pero solo unos minutos porque después recapacitará y atenderá lo que decimos más arriba, no lo podemos decir más claro ni menos alto.

Europa nos da con una mano y nos quita con otra, pero la élite de Podemos, Iglesias y Montero, tragarán porque no tienen otra, la moqueta de los despachos es muy mullida y hay que seguir y seguir porque  la otra opción es volver a la plaza del Sol y allí hace frío en invierno.

Iglesias dice que las pensiones es una línea roja, y se lo decía hace unos días a su socio, pero ahora no tiene otra posibilidad que tragarse lo que ha dicho porque Bruselas manda con mano de hierro y hay que sumar más años para tener una pensión de las de miseria. Iglesias vive en la contradicción.
Bruselas lleva años ya advirtiendo de que se precisan 35 años de cotización, que hay que reforma el periodo de cotización, alargándolo, y finalmente Sánchez lo ha puesto encima de la mesa de Bruselas para que de esa manera puedan llegar los famosos Fondos Europeos y que ahora ya sabemos que no llegan al cien por cien sino que las empresas tendrán que invertir un porcentaje importante si quieren obtener esos fondos.

Lo que ocurre es que todo no es lo que parece o lo que nos cuentan en las ruedas de prensa, la realidades a veces nos hacen despertar antes de tiempo

El Gobierno de Sánchez es un gobierno imposible desde el primer día porque aún  cuando se haya ido por las de Villadiego el presidente, don Pedro tiene al final que aterrizar en la pista de aterrizaje europea. Y por supuesto no va a estar su socio Podemos poque Iglesias solo es un apósito, un apaño y nada más. Al final se descubre la cruda realidad que se lleva un año ocultando, que  Podemos es incompatible con un proyecto europeo, sí es compatible con un proyecto bolivariano pero para eso tiene que irse a Venezuela.