En recuerdo de dos niñas inocentes. Por Carlos Magdalena

En un primer momento quise escribir pero, qué iba a decir,  no podía ni mucho menos utilizar los tópicos que tanto pululan por parte de los junta letras a sueldo de periódicos sensacionalistas para rellenar páginas y malvender lo que toca la fibra. No encontraba sentido a las muertes de estas dos niñas como nadie lo encuentra en su sano juicio.

No hallaba, por más que me exprimía la cabeza, una causa que ni de lejos pudiera justificar esos execrables crímenes, un motivo, el por qué desde mis sentimientos, todos los tenemos, de semejante acción y tampoco aludiendo a la supuesta educación del individuo, respeto, amor etc.
Me puse a leer la doctrina, teorías, elucubraciones de los auto llamados expertos que han salido a última hora, algunos estaban bajo las piedras, y seguía teniendo mi mente en blanco intentando entender, no cómo  un padre, sino cómo  una persona puede matar a nadie y menos a dos niñas inocentes. Nunca me ha venido a la mente cuando pensaba en el  por qué  de esas muertes, en encontrar una “justificación” desde el otro lado, desde el tipejo de su padre que las engendró, porque creo que debemos de escribir manteniendo el dolor y al mismo tiempo un respetuoso silencio porque esas muertes son inconcebibles y atacan al principio de humanidad más básico y elemental.

Lo que sí tengo que rechazar de la forma más rotunda posible son las declaraciones de la Delegada del Gobierno de Tenerife que utilizando su cargo las tonterías ha dicho son mayúsculas, al igual que  las ministras imberbes Belarra, Irene Montero y tantas/os otros que con las muertes de estas niñas quieren salir en la foto o con la pancarta  tratando de justificar su línea ideológica. Qué pena de personajillos/as que piensan que solamente los Podemitas  rechazar la violencia.

¿Y dónde está el respeto a la intimidad que desde el primer momento vulneran algunos medios de seudo comunicación detallando las formas de la posible muerte de las niñas, y los programas telebasuras con horas de emisión sobre el mismo tema horas y horas? En fin aquí lo del respeto como tantas otras cosas es ambiguo y de libre interpretación según el interés mediático de cuota de pantalla etc.

Y termino estas letras diciendo que en la muerte de unas niñas no hay ideología que valga para rechazarlo, debe de haber sentimiento, silencio, respeto, amor y trabajar siempre en la educación a todos los niveles, pero no en la educación que tratan de imponer por ideología actualmente en España una minoría que por una ley electoral les han dado poder porque   -tipejos y tipejas- que matan a unos inocentes, y no cambio la definición, siempre existirán para desgracia de la humanidad.