Noticias de Cantabria
Editorial 10-03-2015 21:36

El caso Sniace muere y resucita

“El ordago o traca final final de Blas Mezquita vio la luz, “que le firmen la exoneración de su responsabilidad empresarial". Parece que somos los únicos, (ver hemeroteca), que desde el principio estamos diciendo que la decisión del cierre de Sniace se tomó en el momento en que el Gobierno de Cantabria no avaló lo que el señor Blas Mezquita quería, dinero.

 

 “El ordago o traca final final de Blas Mezquita vio la luz, que le firmen la exoneración de su responsabilidad empresarial". Parece que somos los únicos, (ver hemeroteca), que desde el principio estamos diciendo que la decisión del cierre de Sniace se tomó en el momento en que el Gobierno de Cantabria no avaló lo que el señor Blas Mezquita quería, dinero. 

A partir de ahí se ha ido vistiendo el muñeco para llegar al final conocido del cierre del Sniace con el mínimo coste laboral y recalificación de los terrenos para el futuro. Esto  último llegará en su momento e incluso lo justificaran todas las fuerzas vivas, o muertas diría yo.

Son varias las incógnitas que nosotros nunca hemos entendido, una de ellas  evidentemente es que el Comité ha sido una verdadera -correa de transmisión del Consejo de Administración- de tal manera que ha focalizado su guerra y su enemigo o muñeco del pim pam pum en el Gobierno de Cantabria, concretamente en su Presidente.Naturalmente que Diego se lo puso a huevo al  principio al meterse en el laberinto de Sniace cuando tenía que haber dicho desde el principio y de forma rotunda, como apuntamos en este digital, que el problema de Sniace era un problema estrictamente empresarial y que el Gobierno de Cantabria como tal no podía poner dinero ni avalar nada y acabar. Con interpretaciones y medias verdades se produjo el desgaste del Gobierno de Cantabria y de su presidente Diego y han estado limpios de polvo y paja el Comité de empresa de Sniace y el Consejo de Administración, verdadero culpable y responsable de la situación de la empresa. No se puede decir ni más alto ni  más claro. Las perras son las que hay y no se puede inventar nada porque todo está inventado salvo llenar páginas y fotos en los medios de comunicación de papel para que sirvan de entretenimiento en los bares y cafeterías a la hora de tomar café porque después ni los propios lectores se lo creen. El asombro nuestro ha llegado al más todavía, que es posible, con un presunto acuerdo de que la empresa de Sniace se va a abrir, con más o menos trabajadores. ¡¡Por favor¡¡. Si la empresa no era viable económicamente  hace tres años ahora  mucho menos. ¿Y las perras?.Pero podemos  decir que lo único cierto es que la ruta emprendida por la dirección de Sniace sigue su camino que no es otro que el  que citamos más arriba, con total y absoluta claridad e impunidad, su cierre.

Por otro lado nos sorprende que en otras circunstancias menos graves se haya acudido a  los Tribunales por delito social etc. y en este caso el Comité controla a los trabajadores y les hace marchar de manifestaciones hacia ninguna parte desde el primer día. Imagino que la empresa desde el principio esté muy contenta por ese estado de proceder.Veremos la próxima jugada.

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