Decae el estado de alarma y comienza el Gobierno de los jueces

Sánchez, que se supone es el presidente de España, no quiere saber nada del Gobierno de la nación, nunca ha querido saber nada porque lo suyo es  el malabarismo político. En efecto esa práctica la viene realizando desde el primer día y le produce pingües beneficios porque se mantiene en el poder.

Pero no nos engañemos el malabarismo político de Sánchez es muy fácil, lo sabe hacer cualquiera solamente se trata de dar y dar y así consigue votos. Tiene un gran cajón de votos para captar voluntades, en el independentismo catalán y vasco fundamentalmente, y es lo que practica. ¿El PNV quiere administrar las cárceles?, pues toma las cárceles. ¿El PNV quiere el cuartel de Loyola?, pues toma el cuartel y de paso te regalo los terrenos colindantes. A Cantabria le quiere cobrar el terreno de la finca de La Remonta y los lelos políticos de aquí de la derecha e izquierda se lo quieren pagar. En “le poulailler”catalana es un poco más difícil porque es imposible que se pongan de acuerdo entre ellos, los independentistas en Cataluña les hay de todo pelaje, desde  cultos, analfabetos, burgueses etc. y su independencia la quieren de diferentes plumas y penachos. Sánchez les contenta con unos millones de euros, embajadas millonarias en el mundo para que coloquen a sus familiares, alguna contrapartida y unas mesas figurativas de la independencia para tratar de la ruta hacia la Catalonia independiente que no se les permiten los gavachos del otro lado de la frontera porque allí manda la Gran Francia de la liberté, égalité, fraternité.

Y todo ello lo adereza el personaje con la promesa del indulto, de la amnistía etc. ¿Qué adónde vamos?, afortunadamente ya lo sabemos después del triunfo de una señora en Madrid que se llama Ayuso, vamos a la desaparición de Sánchez, así lo quieren los ciudadanos, pero tardará.

La ley Electoral es la principal traba que tiene este país para recobrar la democracia, esperemos que Europa nos eche un capote porque si no tenemos Gobierno Frankenstein para 50 años.

Y ahora nos adentramos en una nueva fase de las post pandemia desconocida pero ya estamos acostumbrados a la improvisación con este personaje que se ha adueñado de la jefatura del Gobierno aunque en esta ocasión abrumado, cosa difícil, por tantas críticas recibidas  ha llamado a los jueces para que gobiernen España y empiecen por la desescalada: el estado de alarma, los toques de queda, las restricciones...en definitiva que decidan ellos para lavarse las manos  y Sánchez se pueda ir de viaje en su Falcon a reuniones donde no pintamos nada o a países que casi no sabíamos que existían.