Con los indultos de Sánchez, la República de Cataluña a tiro de piedra Por Carlos Magdalena

Estos indultos que ya son una realidad añadidos a la próxima llegada triunfal de Puigdemont, que ya lo ha pedido Podemos, y la Mesa de diálogo para la independencia  donde se va a discutir el futuro territorial de España, y de donde saldrán los pilares de la República catalana, negociado por el Rasputín-Sánchez, le permitirán seguir de presidente de España.

En cuanto a la independencia del País Estado Vasco no tienen ni que sacudir el árbol, como decía Arzallus, para recoger las nueces como otrora lo hacia ETA, ahora lo hace mejor el Govern catalán, porque todo está   transferido  y sólo  tiene que recoger las pocas nueces que todavía no tienen en su cesto. 

Esta es la maleta de despedida que tiene preparada el Rasputín español cuando concluya la hoja de ruta de los dos años, o más, que le quedan de permanencia en la Moncloa gracias a una Ley Electoral redactada para que pudiesen ocurrir los hechos que están ocurriendo como son dos secesiones paso a paso, muy meditadas y pensadas desde el primer día.

¿Qué pasará después de estos dos años? Pues imaginamos que nada, estará todo consolidado, habrá unos lazos económicos interesados entre lo que quede del resto de España y las Repúblicas catalana y vasca y poco más salvo reescribir otra historia diferente de la real.
Y no nos engañemos las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen. Si no se tuerce el camino con un manotazo en la Mesa de diálogos y negociación para la independencia ese será el resultado.
 

El Estado en la actualidad prácticamente es muy débil, por inexistente, lo asume todo Sánchez, sus filigranas mentales y aplausos interesados, hasta de los empresarios, mientras el Rey es un florero que coloca nuestro presidente Rasputín a su antojo en el tablero político que ha confeccionado. Y no se olvide que La Constitución lo permite todo porque fue redactada para incumplirla. ¡Qué Dios nos coja confesados con semejantes personajes! Amén.