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Deportes 20-10-2024 16:00

El futbolista Tanlongo recurre ante el Supremo la indemnización de un millón al Racing

Fue condenado tras elegir dorsal y grabar un video promocional pero no presentarse a la firma: el club tuvo que fichar a otro en 24 horas

El futbolista argentino Mateo Tanlongo ha recurrido ante el Tribunal Supremo la condena por la que deberá indemnizar con un millón de euros al Racing de Santander, por no formalizar el contrato de trabajo con este club al recibir una oferta de un equipo danés.

Así lo determinó el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en julio, en una sentencia que desestimaba el recurso de suplicación del jugador contra el fallo del Juzgado de lo Social número 3 de Santander, que en abril admitió la petición del club deportivo de recibir una indemnización por extinción de contrato.

La resolución de Sala de lo Social del TSJC no era firme, pues cabía recurso de casación ante el alto tribunal, paso que ha dado Tanlongo, han informado fuentes del Racing a Europa Press.

HECHOS

El objeto de este pleito son los hechos acaecidos a finales de agosto del año pasado. Tras conversaciones entre el jugador y sus representantes con miembros del club, Tanlongo, su padre, su representante y un amigo viajaron hasta Santander, donde el futbolista realizó un video promocional en el campo del Racing vestido con la camiseta del equipo y el dorsal que había elegido.

Ese mismo día quedaron en verse uno después para firmar los contratos que las partes habían intercambiado jornadas antes. Pero el jugador y sus representantes no se presentaron a la firma y argumentaron que este había recibido una oferta de otro equipo.

El mercado de fichajes finalizaba dos días después, de modo que el Racing de Santander tuvo que buscar a otro jugador en apenas veinticuatro horas.

El magistrado de instancia primero y los miembros de la Sala de lo Social del TSJ cántabro coincidieron en que el hecho de que no se firmaran los contratos no supone que no existiera una relación laboral.

Y es que el principio general es que hay libertad de forma de los contratos y que, tratándose de una relación laboral especial de deportistas profesionales, "la norma no establece la necesidad de la forma escrita como requisito constitutivo de este contrato".

Los jueces también concluyeron que Tanlongo prestó su consentimiento al contrato, lo que se deriva de indicios como: los mensajes que intercambió el jugador con el director técnico y con el entrenador del Racing, la elección del dorsal con el que iba a jugar en el equipo, o los correos entre el club, los representantes del futbolista y el equipo que dejaba atrás.

También, la grabación de un video de presentación del jugador, el viaje que realizó a Santander junto a tres personas más (venidas desde Londres y Buenos Aires), y el hecho de que fuera el Racing el que sufragara todos los gastos.

La extinción unilateral del contrato deriva en una indemnización para el Racing, ya que "se causó un perjuicio evidente" al club, que tuvo que fichar a otro jugador un día antes de que acabara el mercado de fichajes, además del daño causado a su imagen.

La cuantía de la indemnización de un millón de euros es la que figuraba en la cláusula séptima para el caso de extinción unilateral del contrato por parte del jugador.

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