Lombó destaca que el cambio en las oposiciones "mejora la gestión" y ofrece "más garantías"

   La consejera, que ha participado este martes en los actos del Día del Docente en el Parlamento, ha señalado que todos los sindicatos, incluido el STEC, "nos han pedido en reiteradas ocasiones que mejoremos este sistema y entendemos que esta es la mejor manera de mejorarlo". "Siempre que se cambia algo produce unas inquietudes pero yo creo que tenemos que ser valientes y afrontar las cosas y mejorarlas", ha apostillado.

   Así, ha defendido que la realización de la primera prueba en junio y la segunda en septiembre permite "que las personas que se presentan a las oposiciones puedan tener sus tiempos de reclamación, de contraste de las pruebas que realizan y que los tribunales puedan realizar su trabajo con mayor dosis de rigor y de sosiego", ha explicado.

   Lombó ha señalado que "el perjuicio económico no va a existir más que para una pequeña minoría, muy minoritaria, de opositores que se presentan por el turno libre". En ese sentido, ha recordado que en la fase de oposición del proceso selectivo de los docentes, un 40% de peso tiene la fase de concurso, "por lo tanto, la gran mayoría de opositores que se presentan son personal docente que ya presta su servicio como interino".

   "Yo creo que ahora lo que nos tienen que preocupar es hacer un buen proceso selectivo, creo que en la educación merece la pena tener los mejores docentes y eso es lo que vamos a intentar", ha insistido.

   Frente a la crítica sindical de que quienes aprueben la oposicion, no podrán hacer la fase de prácticas hasta el curso 2021-22, mientras que en el resto del Estado la efectuarán durante el curso 2020-21, Lombó especifica que eso es de cara a la concurrencia a los concursos nacionales.

   Sin embargo, sostienen que los opositores cántabros "tienen una mayor garantía porque les va a coincidir su final de periodo de prácticas con el concurso autonómico, con lo cual ya parten de conseguir una plaza en su propia autonomía".

   "Yo creo que el perjuicio es mínimo frente a algo que, insisto, no es que sea un cambio de criterio de la consejera de Educación; es un cambio en función de las numerosas reclamaciones que han venido produciéndose, tanto de los propios docentes que opositan como de los tribunales y de todos los sindicatos, incluido el STEC", ha concluido.