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Cultura 20-08-2024 21:15

Guelbenzu publicará el año que viene su última novela: "No doy más de mí"

El escritor y periodista José María Guelbenzu publicará el año que viene su última novela: "No doy más de mí", ha expresado esta tarde en Santander, donde ha protagonizado los Martes Literarios.

En este foro, ha desvelado que se encuentra escribiendo la obra con la que cerrará su "ciclo de novelas" porque, según ha explicado, no se ocurre contar algo que piense que le va a satisfacer "lo suficiente como para meterme en ello".

"A ver si ahora me pongo a escribir una cosa que me lleva tres años y me muero antes", ha bromeado el también crítico literario durante su intervención en esta cita, que se celebra cada martes en el Paraninfo de la Magdalena y en el marco de los cursos de verano de la UIMP, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Entrevistado por el periodista Guillermo Balbona, Guelbenzu (Madrid, 1944) no ha querido avanzar nada sobre su nueva y última novela, que sucederá a `Mediodía en el tiempo` -publicada en 2023- y se ha limitado a comentar que la que verá la luz en 2026 es la historia de un misántropo en la que no aparece ninguno de sus personajes habituales.

También ha apuntado que es "muy distinta" a las anteriores y que la está escribiendo en un estilo "muy exigente", "más cerca" del estilo "noble" que de la experimentación del lenguaje, según ha señalado.

Y como suele hacer habitualmente el autor de `El río de la luna` o `La luna prometida`, su obra está ambientada en lugares que tiene "en la cabeza", pero que plasma en las páginas "con otro nombre" distinto al real.

Guelbenzu, que a lo largo de su trayectoria ha alternado la exploración narrativa con la ficción policíaca -en la saga protagonizada por la jueza de instrucción Mariana de Marco- ha admitido que reescribiría "todas" sus novelas, si con ello fuese "capaz de mejorarlas". Cree de todos modos que ha hecho un "buen" trabajo y "honesto" además.

De este género ha afirmado que está en continua evolución, a pesar de que "siempre hay un gracioso" que asevera que la novela "ha muerto".

Y aunque él dio sus primeros pasos literarios con la poesía, abandonó esta disciplina al "descubrir" que Dios no le había "llamado" a seguir por ese camino, según ha bromeado, y también porque empezó a "tirar" de él el "deseo" de las novelas, ámbito en el que se inició con `El mercurio`, obra de una "decidida voluntad rupturista". Se publicó cuando tenía 22 años y él era "contestatario" pues estaba "cabreado" con el sistema establecido.

Desde entonces, y en un recorrido caracterizado por el "aprendizaje", ha abordado todos los géneros, desde el periodismo al teatro, hasta que se dio cuenta que lo que le fascinaba era "construir un mundo", que es "lo importante".

"Los creadores de mundo son, para mí, los mejores escritores. Dioses", ha ensalzado Guelbenzu de otros novelistas. Al respecto, ha indicado que le interesan aquellos que no se dedican a hablar de sí mismo, sino de "grandes temas", como el amor o el odio.

Al hilo de lo anterior, ha opinado que la literatura "necesita de la vida para poder funcionar", y que todo escritor es "un mentiroso: es un señor que se inventa cosas y las cuenta". En este sentido, el premiado por `El hermano pequeño` o `Los poderosos lo quieren todo`, ha confesado que se hizo escritor cuando tuvo la "sospecha" de que "sabía mentir y colaba" lo que contaba. "Lo característico del escritor es inventar", que "es un vicio estupendo", ha insistido.

A la hora de construir un relato, considera fundamental "escribir bien", partiendo de la tradición y encontrando fórmulas "más afiladas" para contar algo. De hecho, las "razones" para escribir son precisamente "experimentar con el lenguaje", pero hacerlo "con precisión", y también con la "estructura" del libro.

Así, Guelbenzu ha evidenciado que a medida que ha ido escribiendo ha tenido "más recursos" para "arriesgar más", aunque el estilo "te lo pide la historia". Y para que sea buena, ha señalado que tiene que versar sobre algo que importe "muchísimo" al autor: "si no, no te das la paliza", ha remachado. Y "no se puede escribir sin pasión", ha añadido.

A su juicio, también se ha de tener "el deseo de atrapar al lector", pues una novela requiere "una dedicación tremenda". De todos modos, no cree que se pueda enseñar a escribir -"eso es una falacia", ha zanjado-, aunque sí a leer.

Y también ha admitido que se puede ayudar a alguien a descubrir su talento, que a sus ojos es una combinación de inteligencia y curiosidad. Pero, "si tú no vales, no hay nada que hacer", ha concluido.

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