Termina sin acuerdo la reunión entre la consejería y el Sindicato Médico, que mantiene la huelga con baile de cifras en el seguimiento
La reunión celebrada esta tarde entre representantes del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el Sindicato Médico acaba de finalizar sin acuerdo entre las partes, por lo que se mantiene para mañana la convocatoria de huelga de médicos de Atención Primaria, que ha comenzado hoy.
Según han informado fuentes del sindicato, durante el encuentro ha habido, por parte del SCS, "acercamientos ligeros, sin ninguna concreción, pero al menos han escuchado algo más receptivos" y han quedado en estudiar propuestas.
En la misma línea, el gerente del SCS, Rafael Sotoca, ha señalado que en la "intensa reunión" se ha entrado "en profundidad" en muchos de los temas motivo de la convocatoria y ha habido "un acercamiento en muchos de ellos", aunque "persisten diferencias en las que vamos a seguir trabajando en los próximos días para tratar de llegar a un acuerdo", por que ambas partes son conscientes del "impacto" que la huelga supone para ciudadanía.
Las principales discrepancias en las negociaciones siguen siendo la limitación del número de pacientes a 28 al día, que reclaman los convocantes, ampliable a 35 en determinados supuestos, y los médicos de continuidad.
La huelga afrontará por tanto este martes su segundo día consecutivo, tras una primera jornada en que Sanidad y los convocantes han ofrecido cifras muy alejadas sobre el seguimiento, del 19,5 y 70-75%, respectivamente.
Además, el miércoles 9 el sindicato ha convocado una concentración en la sede del Gobierno de Cantabria y una asamblea en el Colegio de Médicos.
Esta mañana unos 200 facultativos han participado en una concentración de protesta a las puertas de la Consejería de Sanidad, y a las cuatro de la tarde ha comenzado la reunión con el SCS.
Las principales reivindicaciones del colectivo son que se aumente la seguridad en los centros de salud, ante el aumento de agresiones a sanitarios, y que se apliquen los acuerdos firmados en 2019 sobre el máximo de pacientes diarios a atender.
En materia de seguridad ha habido un avance por las dos partes, con el compromiso de abrir expedientes sancionadores a los agresores y la instalación de cámaras de seguridad en los centros de mayor riesgo.
Sin embargo, la principal discrepancia es la limitación del número de pacientes a 28 al día, que reclaman los convocantes, ampliable a 35 en caso de catástrofes o situaciones de autocobertura, para evitar la "sobrecarga" de trabajo para los médicos y la merma de la calidad asistencial.
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