La mortalidad por cáncer colorrectal se redujo un 20% en las últimas dos décadas
La tasa de fallecimientos ajustada por edad en cáncer colorrectal en España ha pasado de 37,9 a 30,4 casos por cada 100.000 personas al año entre 2004 y 2022, lo que supone un descenso anual del 1,2 por ciento y una reducción total de alrededor del 20 por ciento en las últimas dos décadas.

Así lo refleja la infografía 'Cáncer de colon y recto en España', publicada por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Colon, que se conmemora el 31 de marzo.
El cáncer de colon y recto es el más frecuente entre la población y supone el 15,1 por ciento de todos los nuevos casos de cáncer en la población española. Por cada dos casos de cáncer de colon y recto en mujeres se diagnostican tres casos en hombres.
Se estima que en 2025 se contabilizarán 44.573 casos nuevos de cáncer de colon y recto, lo que supone una incidencia de 85 casos por cada 100.000 personas, similar a la de 2024, cuando se registraron 84,2 casos por cada 100.000 personas.
Respecto a la supervivencia neta estandarizada por edad a cinco años en el periodo 2008-2013, es del 63,1 por ciento en cáncer de colon en hombres y del 63,9 por ciento en mujeres, mientras que en cáncer de recto es del 60,4 por ciento en hombres y del 62,7 por ciento en mujeres.
REDECAN y SEOM han recordado que aunque ciertos factores de riesgo no se pueden modificar, como la edad y la predisposición genética, un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de colon y recto.
Por ello, ambas entidades han animado a evitar ciertos hábitos perjudiciales, como el tabaco y el alcohol, así como a seguir una dieta mediterránea rica en fruta, verduras y granos integrales y con bajo contenido de carnes rojas y procesadas, hacer ejercicio y evitar tener sobrepeso.
Ya que estas acciones solo consiguen evitar una parte de los cánceres de colon y recto, REDECAN y SEOM han recomendado participar en los programa de detección precoz mediante la prueba de sangre oculta en heces cada dos años entre los 50 y 69 años. Asimismo, han advertido que si existen antecedentes familiares de la enfermedad, el médico valorará si es necesario alguna otra acción.
Sé el primero en comentar