Identifican dos biomarcadores que podrían mejorar el diagnóstico de una infección hepática relacionada con cáncer biliar
Un equipo de investigadores internacionales, en el que ha participado el Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha logrado identificar dos biomarcadores que podría facilitar el diagnóstico de opistorquiasis, una infección del hígado relacionada con un mayor riesgo de desarrollar colangiocarcinoma, un tipo de cáncer biliar.

El trabajo, publicado en la revista 'Nature Communications', ha tenido como objetivo desarrollar pruebas diagnósticas rápidas en el punto de atención (PoC) para la infección por el parásito 'Opisthorchis viverrini', que tiene una importante presencia en la región del Sudeste Asiático, especialmente en países como Tailandia, Laos y Camboya, y que puede infectar a humanos a través del consumo de pescado crudo o poco cocinado.
El desarrollo de herramientas como un microarray proteómico pionero, consistente en un chip capaz de analizar material biológico diverso y basado en el secretoma del parásito, ha permitido evaluar la respuesta de diferentes anticuerpos en sueros de pacientes infectados por este parásito en estos países.
Los análisis proteómicos realizados han posibilitado la identificación de nueve antígenos candidatos para la mejora diagnóstica, entre los que destacan una proteasa catepsina tipo C y una enzima IDH-dependiente de la enzima NADP, que han demostrado tener una sensibilidad y especificidad superior al 80 por ciento, superior a los métodos diagnósticos convencionales.
El investigador del CNM-ISCIII Javier Sotillo ha incidido en que estas herramientas de diagnóstico rápido y estandarizable "podrían transformar la vigilancia" de este parásito hepático en zonas endémicas del Sudeste Asiático.
Así, ha reseñado que permitirán detectar tanto infecciones activas como casos de colangiocarcinoma en etapas tempranas, lo que supondría una "innovación crucial" para mejorar la gestión, control y prevención de esta enfermedad "altamente mortal".
Es por ello por lo que los autores del estudio, liderado por investigadores tailandeses, estadounidenses y australianos, han explicado que estos dos biomarcadores podrían ser la base para crear nuevas pruebas serodiagnósticas tanto para la mencionada infección y el cáncer asociado a la misma, y han apostado por realizar una evaluación "exhaustiva" al respecto.
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