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Sanidad Cantabria 31-03-2025 13:45

El láser holmio Moses mejora la pulverización y fragmentación de los cálculos renales en un 33%

El uso del láser holmio de última generación Moses conlleva una mejora de la pulverización y fragmentación de los cálculos renales en un 33 por ciento, minimizando también el daño que reciben los tejidos y, por tanto, mejorando la recuperación temprana del paciente, tal y como ha explicado la miembro del equipo Urología del Hospital Ruber Internacional, la doctora Ángeles Sanchís Bonet.

"Gracias a los avances en tecnología, hoy en día contamos con métodos más efectivos y menos invasivos para tratar la litiasis renal, lo que permite una recuperación más rápida y mejores resultados para el paciente", ha destacado la especialista en Urología Oncológica y Litiasis.

Este láser se usa en múltiples tratamientos como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), que de una manera no invasiva fragmenta las litiasis; la cirugía retrógrada intrarrenal (RIRS), que utiliza un instrumento flexible que permite llegar hasta las litiasis que se encuentran en el interior del riñón; o la ureteroscopia rígida, en la que se usa un instrumento rígido que permite acceder a las litiasis que se alojan en el uréter.

Los cálculos de mayor tamaño ubicados en el riñón pueden ser fragmentados a través de la nefrolitotomía percutánea, en la que se introduce un instrumento rígido o flexible desde la piel de la espalda hasta el riñón mediante una mínima incisión, aunque la elección del tratamiento depende de la localización y el tamaño del cálculo.

También existen otros tratamientos, de carácter más conservador, que consisten en la hidratación y tratamiento médico expulsivo para favorecer la eliminación espontánea de los cálculos, que afectan al 12 por ciento de la población mundial en algún momento de su vida, y su aparición está influenciada por diversos factores como la dieta y el estilo de vida, una alimentación alta en sodio y oxalato, una baja ingesta de líquidos, la genética, las condiciones médicas, enfermedades como la obesidad, la gota, el hiperparatiroidismo y las enfermedades inflamatorias intestinales, o los factores ambientales, la deshidratación crónica y el clima caluroso.

La uróloga del equipo Urología del Hospital Ruber Internacional, la doctora Patricia Ramírez Rodríguez-Bermejo, ha recsaltado que los cálculos renales, dependiendo de su localización y tamaño, pueden llegar a causar síntomas leves o generar un "dolor intenso" cuando bloquean el flujo de la orina, un dolor que "puede ser de los más intensos que una persona pueda experimentar", y que puede ir acompañado de sangre en la orina, necesidad frecuente de orinar, náuseas o vómitos.

"En casos graves, la litiasis renal puede provocar una infección urinaria grave que requiere atención urológica inmediata", ha añadido la uróloga, quien ha detallado que el diagnóstico suele realizarse mediante análisis de orina, radiografías, ecografías y tomografía computarizada (TC), permitiendo esta última determinar de forma más exacta el tamaño, la composición y la ubicación de los cálculos.

Debido a su tendencia a reaparecer, la experta ha señalado que la prevención es fundamental, para lo que ha recomendado mantener una hidratación adecuada (dos o tres litros de agua diarios); reducir el consumo de sodio, de proteínas animales y de alimentos ricos en oxalato; controlar el peso corporal y realizar actividad física de forma regular; y someterse a controlos urológicos periódicos, sobre todo aquellas personas con antecedentes familiares o factores de riesgo.

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